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Recuerdan claramente las experiencias dolorosas anteriores
Decía Séneca que "duele más de lo necesario lo que duele antes de lo necesario” y parece que el filósofo y escritor romano tenía parte de razón, pues un estudio ha demostrado que los hombres se vuelven más sensibles al dolor cuando ya lo han sentido antes, cosa que a las mujeres no les sucede.
Según una serie de experimentos cuyos resultados han sido publicados en la revista Current Biology, los hombres recuerdan claramente las experiencias dolorosas anteriores y, como resultado, están estresados e hipersensibles respecto al dolor posterior.
Los científicos creen que uno de los motivos que pueden llegar a desencadenar el dolor crónico es el recuerdo de un dolor anterior. Es decir, que, de alguna manera, sufrir un dolor puntual pero agudo puede volvernos más susceptibles al dolor en un futuro.
El dolor como defensa del cuerpo
Estudios anteriores ya habían apuntado a la posibilidad de que esta transición de un dolor agudo a un dolor crónico se puede atribuir al aprendizaje asociativo, es decir, que el dolor crónico se considera como una forma de aprendizaje emocional diseñado para protegernos de una posible amenaza.
En este caso, un equipo de investigadores trató de poner a prueba esta hipótesis, realizando varios experimentos con ratones y seres humanos, y concluyeron que, efectivamente, existe esta especie de recuerdo del dolor que hace que sea peor en el futuro.
Para ello, los investigadores realizaron un primer experimento con ratones. En primer lugar, sometieron a los animales a un dolor por calor leve en una de sus patas y midieron su respuesta.
Seguidamente, le causaron un dolor de estómago temporal pero intenso y, por último, volvieron a repetir el primer experimento, observando que había aumentado su sensibilidad al dolor térmico.
Sin embargo, en un segundo estudio con un mayor número de ratones, descubrieron que esta sensibilización al dolor “solo estaba presente en los machos” y solo se producía si el animal estaba en la misma jaula donde se le realizó el procedimiento que le provocó dolor de estómago.
La importancia del estrés
Tras estos resultados, los científicos decidieron probar con seres humanos y para ello contaron con 79 voluntarios, 41 hombres y 38 mujeres de entre 18 y 40 años, con los que se realizó un experimento similar.
Los sujetos fueron llevados a una habitación donde experimentaron bajos niveles de dolor causado por calor en un antebrazo, un dolor que tenían que puntuar en una escala de 0 a 100.
Inmediatamente después, los voluntarios experimentaron un dolor más intenso, pero no lesivo, en un brazo y, al día siguiente, se les repitió el experimento con calor.
De nuevo, los investigadores obtuvieron resultados similares. Los hombres calificaron el dolor por calor más alto que el día anterior, y más alto que las mujeres, pero solo cuando la prueba de calor se volvía a realizar en la misma habitación en la que habían sufrido el dolor intenso.
Según los autores del estudio, esta diferencia en la hipersensibilidad podría estar fundamentalmente relacionada con el estrés.
De hecho, “en humanos”, aseguran los investigadores, “los hombres, pero no las mujeres, reportaron niveles más altos de estrés cuando el experimento se llevó a cabo en la habitación asociada con el dolor”.
Según los propios autores del estudio, “no había ninguna razón a priori para esperar una hipersensibilidad específica masculina”, dado que los “estudios experimentales han mostrado que las mujeres son más sensibles al dolor”, por lo que “cualquier diferencia de sexo debería haber implicado una mayor sensibilidad en las mujeres”, cosa que no ha sucedido.