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UNA PLANTA ANALGÉSICA QUE PUEDE SER PERJUDICIAL
Tras los intentos de la DEA de ilegalizarla el pasado año, ahora es otra agencia federal, la FDA, la que advierte sobre los “riesgos” que conlleva el consumo de esta planta con propiedades analgésicas
El año pasado, la agencia antidrogas de EEUU (conocida como la DEA) decidió prohibir el consumo de una planta relativamente desconocida, el kratom. Sin embargo, pocos días después, y tras recibir diversas críticas, la prohibición fue retirada. Ahora es el director de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) el que ha mostrado su preocupación por la “creciente prevalencia y posibles riesgos de seguridad” de esta planta.
El kratom, o Mitragyna speciosa, es una especie de árbol de la familia del café originario de Tailandia y cuyas hojas se han consumido históricamente en forma de té o mascándolas, debido a las propiedades psicoactivas y analgésicas de uno de sus componentes, la mitraginina. Si se consume a dosis bajas, esta droga produce efectos estimulantes, mientras que en dosis más elevadas tiene un efecto sedativo.
Sus consumidores defienden que es eficaz para paliar dolores crónicos o para lidiar con problemas de ansiedad y depresión, por lo que en EEUU cada vez es más utilizado como una alternativa a los opioides, algo que el director de la FDA, Scott Gottlieb, considera “extremadamente preocupante”.
“Los pacientes adictos a los opioides están usando kratom sin instrucciones de uso fiables y, lo que es más importante, sin consultar a un proveedor de atención médica autorizado sobre los peligros del producto, los posibles efectos secundarios o las interacciones con otros medicamentos”, advierte Gottlieb.
¿Qué se sabe del kratom?
Lo primero que hay que destacar es que, a pesar de que en EEUU se venden muchos productos que contienen kratom (en polvo, masticable, en píldoras, para infusiones y demás), ninguno de ellos ha sido aprobado por la FDA, ni por ninguna otra agencia reguladora, como tratamiento para ningún tipo de dolencia.
Aun así, varios estudios realzados en los últimos años han mostrado el potencial terapéutico del kratom. Uno de los estudios más recientes al respecto demostró que ciertos componentes de las hojas de esta planta pueden actuar como analgésicos, pero sin el alto riesgo de adicción ni los efectos secundarios de otros opioides como la oxicodona u opiáceos como la morfina.
Esto ha llevado a algunos investigadores a estudiar el potencial de esta planta para ayudar a los adictos a los opiáceos a luchar contra el síndrome de abstinencia, aunque a día de hoy todavía no se ha realizado ni un solo ensayo clínico para valorar adecuadamente su seguridad y su eficacia.
Potencial adictivo y toxicidad
El director de la FDA también se muestra preocupado por su uso recreativo y asegura que el consumo kratom “conlleva riesgos de abuso, adicción y, en algunos casos, la muerte”. Sin embargo, algunas de estas afirmaciones carecen de suficientes pruebas.
Uno de los pocos estudios existentes sobre esta cuestión indica que puede tener cierto potencial adictivo, especialmente en personas que ya tienen una adicción a los opioides, aunque algunos especialistas sostienen que la pequeña cantidad del compuesto activo presente en la hojas hace que este riesgo sea relativamente bajo.
Sin embargo, el principal problema a la hora de valorar el potencial adictivo o la toxicidad del kratom es que en muchos casos los consumidores no están utilizando directamente las hojas de la planta, sino otros derivados. Así, muchos de los productos que se encuentran en el mercado apenas ofrecen información sobre la cantidad de componente activo que contienen, a lo que hay que sumar el riesgo de encontrarse con productos adulterados.
En este sentido, Gottlieb advierte de que tiene informes en los que se ha detectado que el kratom "está siendo mezclado con otros opiáceos como la hidrocodona”, lo cual es un riesgo importante para los consumidores.
Este tipo de productos adulterados ya provocaron la muerte de nueve personas en Suecia entre 2009 y 2010. Los fallecidos consumieron una droga legal llamada Krypton, que se vendía como extracto de kratom, pero que en realidad también contenía un opioide sintético muy potente.
La conclusión a día de hoy es que, a pesar del potencial terapéutico de esta planta, no hay suficientes evidencias sobre el equilibrio entre riesgos y beneficios que presenta el consumo de las hojas de kratom, y mucho menos sobre toda la gama de productos que actualmente se encuentran en el mercado.