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SUPONE UN AVANCE PARA CURAR ENFERMEDADES COMO EL ALZHEIMER
Varios científicos e investigadores españoles han desarrollado una manera de estudiar más cómodamente las espinas dentrítitas, encargadas de la transmisión de información neuronal. Representando el tamaño y la longitud de estas zonas de las neuronas en una partitura, resulta mucho más fácil estudiar la degeneración producida por diversas enfermedades y permitiría, además, estudiar y mejorar la administración de medicamentos a pacientes que sufren dichas enfermedades, cuando se produzca algún tipo de degeneración cognitiva.
El Grupo de Modelado y Realidad Virtual de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), en colaboración con investigadores del Centro de Tecnología Biomédica (CSIC-UPM), del Conservatorio Profesional de Alicante y músicos profesionales han creado una partitura musical tras analizar la forma y el tamaño de las dentritas o ramificaciones de las neuronas. Su tamaño está relacionado con la ‘sinapsis’, proceso que permite la transmisión de información entre estas células. La capacidad de aprendizaje y la memoria están estrechamente relacionadas con las dentritas, por lo que el estudio de su morfología puede resultar de gran utilidad para curar diversas enfermedades, como el Alzheimer. Este estudio forma parte del proyecto Cajal Blue Brain y ha sido publicado en la revista Neuroinformatics, por lo que comienza a tener reconocimiento internacional.
Este grupo de investigación ha buscado una correspondencia entre las características del volumen y longitud de la espina, identificando el volumen sonoro a la amplitud y el timbre, respectivamente. La altura de la nota se ha asociado a la frecuencia, lo que ha permitido representar la distribución de las espinas con respecto al eje de la dendrita. “En este estudio hemos presentado un método que permite transformar características morfológicas y de distribución espacial en características propias del sonido y específicamente características musicales”, explica Pablo Toharia, profesor de la URJC y músico. Los silencios dentro de la partitura, también suponen una gran fuente de información, ya que suponen la ausencia de conexiones neuronales, y por lo tanto de zonas con menor actividad.
Tradicionalmente, el estudio de las dentritas se ha realizado a través de microscopios y análisis matemáticos. Sin embargo, esta nueva forma permite realizar el estudio de manera mucho más intuitiva ya que, según el profesor Toharia, "el oído es especialmente bueno para reconocer y detectar patrones rítmicos, por lo que mediante este análisis pueden surgir nuevos descubrimientos. Además, se puede usar de forma combinada con las técnicas tradicionales y así permitir un estudio simultáneo de varias características sin llegar a que los sentidos del usuario se saturen".
Puedes comprobar aquí cómo suena la actividad neuronal de una persona de 40 años y cómo es la partitura de otra de 85.