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ESTIMULACIÓN DE LA CREATIVIDAD
La creatividad de tu equipo es un factor crítico a la hora de superar un proyecto con éxito. Modificando la intensidad de la luz, su color y la temperatura de la oficina puedes ayudar a encontrar soluciones originales a los retos que se os presentan.
Trabajar en un ambiente con iluminación tenue, indirecta o incluso en la oscuridad, estimula la creatividad. Tras variar las condiciones de trabajo de varios grupos, la doctora Anna Steidle y su equipo han llegado a la conclusión de que la falta de luz hace que nuestra percepción visual sea más difusa y menos detallada, lo que estimula los procesos abstractos. Incluso aunque no seamos conscientes de ello, atenuar la luz nos hace sentir más libres y tomar decisiones más arriesgadas.
Uno de los aspectos más curiosos de la investigación es que la creatividad de las personas evaluadas fue medida haciendo que escribieran una historia de ciencia ficción y dibujaran alienígenas.
La percepción del entorno afecta a la forma en la que percibimos a los demás e interactuamos con ellos. Así, la luz directa nos hace ser más conscientes de nosotros mismos, mientras que la luz indirecta nos induce a trabajar de forma cooperativa.
Sin embargo, si necesitamos que nuestro equipo siga unas reglas muy precisas la luz directa nos puede ayudar ya que la luz brillante ayuda a controlar los impulsos naturales. Si estás a dieta y quieres evitar comer galletas entre horas o si quieres que tus estudiantes copien menos durante los exámenes, un ambiente bien iluminados puede ayudarte a tal fin.
El color de la luz también nos afecta a nivel biológico. El cuerpo humano está diseñado para vivir con la luz del sol por el día y la oscuridad por la noche. Los amaneceres y los atardeceres son rojizos mientras que la luz a mediodía es intensa y brillante. Este patrón natural sirve para ajustar los niveles de melatonina del cuerpo, la hormona que ha de estar presente por la noche permitirnos descansar y así sentirnos llenos de energía por las mañanas. Es por esto que utilizar una iluminación tenue anaranjada por las noches antes de dormir nos ayudará a conciliar el sueño mientras que para sentirnos más activos en nuestro lugar de trabajo la mejor iluminación será la luz blanca solar.
El comportamiento humano también varía según las condiciones de temperatura. Un grupo de personas tenderá de forma natural a trabajar más en equipo a 20ºC que a 26ºC. Sin embargo, bajar la temperatura de la oficina como motivación para promover el trabajo en equipo no parece una buena idea, puesto que de forma inconsciente asociamos el calor con la felicidad, y ningún líder quiere un equipo infeliz y dispuesto a hacer algo por solucionarlo en equipo.
Si bajamos la temperatura aún más las consecuencias son todavía peores, ya que cuando la temperatura baja de 20ºC se comete un porcentaje mucho mayor de errores. Esto ocurre no sólo debido a la incomodidad del frío, sino porque al descender la temperatura necesitamos utilizar una cantidad mayor de energía para templarnos. Este es el motivo principal por el que se pierde la capacidad de concentración.
La luz, la temperatura y el color de tu oficina pueden ayudarte a alcanzar tu próximo éxito. ¿A qué esperas para mejorarlos?