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HALLAZGO GRACIAS A RESONANCIAS MAGNÉTICAS

¿Una mala experiencia? Tranquilo, podemos olvidar recuerdos intencionadamente

El cerebro es capaz de diluir la información de contexto que acompaña a un recuerdo cuando queremos deshacernos de él. Investigadores estadounidenses han llegado a esta conclusión mediante el análisis de imágenes por resonancia magnética del cerebro.

Podemos olvidar recuerdos intencionadamente Visualhunt

Solemos utilizar técnicas para memorizar las lecciones de los libros, nombres o situaciones, pero pocas veces nos centramos en olvidar eventos de nuestra vida, dejándole esa labor al tiempo. Sin embargo, un equipo de investigadores ha comprobado recientemente que nuestro cerebro tiene sus propios mecanismos para deshacerse de los recuerdos cuando los rechazamos.

Los científicos estadounidenses, que han publicado sus hallazgos en ‘Psychonomic Bulletin and Review’, explican cómo han analizado las imágenes por resonancia magnética (IRM) de 25 personas para observar los cambios producidos en el cerebro al pedirles que olvidaran.

Primero, pidieron a los participantes que estudiaran dos listas de palabras mientras les enseñaban diferentes fotografías, con el fin de que las instantáneas sirvieran de contexto a los términos. Mediante las IRM pudieron detectar quiénes pensaban en las escenas que habían visto en cada momento del experimento.

Los voluntarios tenían que recordar algunos vocablos y olvidar otros. En este segundo caso, las IRM mostraban que la actividad cerebral asociada al contexto de las palabras (las imágenes) se desvanecía cuando los individuos querían eliminar las palabras de su mente.

Al intentar rememorarlos de nuevo, la señal no volvió a las pruebas médicas. Sin embargo, el grado en que la información sobre las fotografías había desaparecido predecía lo bien que recordaban las palabras en un examen realizado posteriormente.

Los investigadores admiten que sus hallazgos son limitados, pero que aportan pistas sobre el mecanismo cerebral por el que olvidamos intencionadamente. “Olvidar suele verse como un algo negativo, pero puede ser beneficioso”, dice Jeremy Manning, autor principal del trabajo. Por ejemplo, en el caso de experiencias desagradables o traumáticas. Si nos esforzamos, quizá no sea tan difícil deshacernos de esos malos recuerdos.