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DESARROLLAN UN SISTEMA PARA INVESTIGARLO
Los dientes son fósiles preciosos. En muchas ocasiones son la herramienta más importante para investigar nuestra historia evolutiva, ya que en muchas ocasiones se conservan mejor que los cráneos y los huesos. Son un elemento fundamental para analizar cómo vivieron nuestros antepasados y los de muchas otras especies.
Un equipo científico ha encontrado una simple fórmula matemática para explicar el desarrollo dental, cuyo hallazgo se recoge en 'Nature'. Una fórmula que, según dicen, podría resolver de manera analítica cuestiones importantes sobre nuestros antepasados.
En 2007, el equipo investigador comenzó un experimento para hacer crecer dientes de ratones en placas de Petri (un recipiente redondo de plástico o cristal) y encontraron una fórmula matemática que describe el desarrollo del tamaño de los dientes de acuerdo a su posición.
En su análisis muestran que el desarrollo de los dientes está controlado por un sistema simple: comienza por el tejido mandibular, que activa el crecimiento de cada diente, al tiempo que segrega una sustancia que fluye hacia el adyacente y ralentiza su crecimiento.
El primer molar inhibe el siguiente y este al tercero, en lo que uno de los autores del estudio define en 'Science Nordic' como una “cascada inhibitoria” que funciona de forma ordenada. Este sistema no sólo se aplica en roedores, también a todos los mamíferos.
La desaparición de las muelas del juicio
Nuestros primeros antepasados tenían los molares más grandes, que fueron colocados más retrasados en la mandíbula, aunque en ese momento el tamaño de los dientes era variable. Este patrón cambió en los primeros individuos del género Homo, en los que el primer molar era el diente más grande y las piezas de al lado eran más pequeñas.
El nuevo estudio explica por qué estamos perdiendo nuestras muelas del juicio, ya que es un patrón que se estableció en el comienzo de nuestro árbol familiar. Y la nueva fórmula matemática puede predecir el tamaño de los dientes en todo el arco dental y la desaparición de estas molestas muelas en el corto-medio plazo
Con el tiempo, el modelo predice que nuestra dentadura tiende a autocorregirse. Por esto, ya que ahora tenemos un molar más grande en la parte delantera, los molares de la parte posterior deberían seguir reduciendo su espacio y, en consencuencia, desaparecer.
Aplicación al resto del cuerpo
Más importante aún es que se puede demostrar con esta fórmula cómo se puede describir matemáticamente el desarrollo evolutivo corporal. Y es que nuestras costillas, vértebras, extremidades, dedos y dientes se conforman de manera similar por la variación repetida del mismo elemento.
Así, la forma de las vértebras está vinculada a nuestra postura erguida, al igual que la de los dedos está asociada a la precisión en el agarre. Sería interesante analizar su evolución gracias a la aplicación de la regla utilizada con el crecimiento de la dentadura.