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NO IMPORTA SU UBICACIÓN EN EL FRIGORÍFICO
Con frecuencia, las autoridades y las compañías encargadas de vender ciertos alimentos nos hacen indicaciones para que los productos de nuestra dieta no acaben en mal estado.
Sin embargo, suele ocurrir que muchas de esas medidas que nos proponen son tan alarmantes que, más allá de no contar con una base científica, se traducen en un incremento de la comida que desperdiciamos en nuestro día a día, por miedo a que sea perniciosa para nuestra salud. Esto también ocurre con los productos lácteos, y más en concreto con la leche.
Un grupo de empresas encargadas de comerciar con este producto, habitual en la dieta de todos, había hecho circular el rumor de que no era positivo colocar la leche en la puerta del frigorífico.
Esgrimían que, al ser habitual abrir y cerrar con frecuencia la puerta de este electrodoméstico, esta bebida puede acabar por echarse a perder y ser perjudicial para nuestra salud. Por ello mismo, aconsejaban colocarla en la parte de atrás, en lugar de en los sitios que los fabricantes de refrigeradores habían dejado para las bebidas en la puerta, incluida la leche.
Esta alarma no tiene ninguna base científica, ni tampoco demasiada lógica. Abrir la puerta del frigorífico no causa que salga todo el aire frío que se encuentra en su interior. Se trata solo de una cuestión física, ya que el frío no se encuentra en el aire, sino en los alimentos que hay en el interior del electrodoméstico.
Sí es cierto que la leche es uno de los productos habituales en nuestra dieta que siempre ha despertado muchas dudas sobre el mal estado en que podía estar. Que si no es bueno que esté abierto el tetrabrik durante más de cuatro días, que si es recomendable oler la leche para cerciorarnos de que se encuentra en buen estado, que si las variedades enteras o desnatadas caducan más rápidamente…
Sí es cierto que este último detalle incide en el tiempo que pueden estar en el frigorífico estos productos: la cantidad de grasa de la leche influye en el tiempo en el que la leche pierde sus propiedades.