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EL OTRO EFECTO DEL MEDICAMENTO
El paracetamol es uno de los medicamentos más comercializados, ya sea en su formato genérico o como compuesto de otros, ya que se consigue sin receta médica y su efecto analgésico está más que probado para multitud de dolencias cotidianas.
Por esto su composición lleva un tiempo en el punto de mira de los investigadores, que quieren saber si es oro todo lo que reluce y si no existen los efectos colaterales en su uso (y abuso).
En 2013 unos psicólogos canadienses pidieron a varias personas, después de haber ingerido una dosis de paracetamol, que escribieran sobre su propia muerte. Las conclusiones apuntaban a que el medicamento tendía atacar a las emociones negativas de la gente, ya que parecía que tenían un mayor autocontrol sobre ellas.
Ahora un nuevo estudio realizado en la Universidad de Ohio apunta en la misma dirección.
En un primer experimento utilizaron a 82 personas: la mitad tomó un gramo del analgésico y la otra mitad un placebo. Se les mostraron 40 fotografías del Sistema Internacional de Imágenes Afectivas, una base de datos con imágenes con fuerte contenido emocional -desde las más duras, con niños con malnutrición, hasta las más agradables, con animales adorables en un prado, por ejemplo-. Luego las tenían que calificar según la impresión que les provocaron y si consideraron que tuvieron una “reacción emocional”.
El grupo que tomó paracetamol valoró su respuesta emocional por debajo del nivel de los que tomaron placebo (5,85 frente a 6,75). Además, rebajaron la nota media de estos últimos ante las escenas de profunda tristeza o alegría extrema.
Los autores del estudio, publicado en 'Psychological Science', pensaron que estos resultados podrían interpretarse como una alteración del sentido de magnitud y de la capacidad de evaluar correctamente los extremos.
Para ello, en una segunda ronda con 85 personas, añadieron una pregunta más: “¿Cuál es la cantidad de azul estimada en la imagen?”. Los resultados emocionales fueron muy similares, con las mismas diferencias entre los que ingirieron la pastilla con parecetamol y los que tomaron el placebo. Pero a la pregunta sobre la cantidad del color respondieron igual, por lo que comprobaron que el fármaco no atacaba este sentido, descrito en la Ley de Weber-Fechner.
El nuevo estudio viene a ahondar y confirmar la hipótesis del que se publicó en 2013 sobre el “efecto mitigador de emociones” del paracetamol, aunque aún queda por comprender el mecanismo por el que ocurre y por qué afecta a nuestras emociones.
Los psicólogos creen que la serotonina, un neurotransmisor que influye en el control del dolor y en el estado de ánimo, tiene mucho que decir, pero falta demostrarlo. Al igual que también queda ampliar el espectro de análisis a otros medicamentos tan populares como la aspirina o el ibuprofeno.