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COMERÁS MÁS DULCES
Ya lo dice el refrán: “Es de bien nacido ser agradecido”. No obstante, una investigadora de la Universidad de Washington ha demostrado una parte menos positiva de sentir gratitud: las personas sensibles a esta emoción tienden a comer más chocolate (y golosinas en general).
Mientras que los sentimientos negativos se asocian normalmente a los sabores amargos o ácidos, lo dulce suele relacionarse con emociones positivas. La experta, llamada Ann Schlosser, quería comprobar esto último en el caso de la gratitud.
Por eso ha realizado un estudio dividido en seis ensayos durante los que ha provocado en los participantes diferentes sentimientos. Después de cada test, podían elegir entre una serie de alimentos (incluido el chocolate).
Comparando los resultados de cada experimento, en función de las emociones y el tipo de producto escogido, Schlosser ha comprobado que las personas agradecidas prefieren los alimentos azucarados antes que los de otro sabor (como salado o amargo). Demostraron ser más golosas que las que estaban simplemente contentas.
La experta da una posible explicación: los individuos con sentimientos de gratitud son conscientes de los gestos cordiales recibidos y creen que los merecen. Y además de la amabilidad de sus semejantes, deducen que se han ganado el derecho a comer golosinas.