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CONTAMINACIÓN
Por eso, aunque circulen muchos menos coches por Madrid central la capital sigue sufriendo restricciones al tráfico dando la sensación de que la atmósfera se sobrecarga en un abrir y cerrar de ojos.
En realidad, esto es algo que ocurre poco a poco. Las fábricas, coches y calefacciones generan cantidad de partículas y si en un día de invierno sale el sol se quedan atrapadas en las capas de abajo.
Los gases y las partículas en suspensión son perjudiciales para la salud. Sus efectos son nocivos no sólo para los pulmones, sino también para el hígado, el corazón, el sistema nervioso e incluso el aparato reproductor.
El 95% de la población vive en ciudades donde se superan los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y aunque en ocasiones esta se ve perfectamente en la atmósfera...
No olvides que sus efectos también están ahí en los días en los que el aire parece más transparente.