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UN CASO ÚNICO

Primer caso de cáncer transmitido por un gusano intestinal

Un hombre ha desarrollado células cancerosas transmitidas por una tenia enana, una especie de lombriz intestinal.

Cáncer por un virus intestinal NEJM

Que una 'Hymenolepis nana', más conocida como un tipo de tenia enana, ataque el intestino delgado de un humano es algo conocido y frecuente en el mundo científico. Lo que sorprende es que el parásito haya contagiado sus células cancerosas a un hombre de 41 años.

Es el primer caso que se conoce, tal y como cuenta Atis Muehlenbachs, uno de los coautores del estudio publicado en 'New England Journal of Medicine (NEJM)', en el que se detalla el caso. “Nos llamó mucho la atención ver que una especie de tenia enana, que se encontraba en los intestinos del sujeto, desarrolló un cáncer y se lo transmitió a la persona, en la que se generaron tumores”.

La víctima de este caso de transmisión único, que ya estaba infectado con anterioridad por el virus del VIH, murió por tumores en los pulmones y en los ganglios linfáticos poco después del diagnóstico en 2013.

Después del análisis de muestras de tejido de estos tumores los investigadores encontraron lesiones extrañas producidas por algo que se asemejaba a un cáncer, aunque las pruebas mostraban que no se trataba de células cancerosas humanas. Eran diez veces más pequeñas (menos de diez micras de diámetro).

Tras un análisis en profundidad se descubrió que el ADN de estas células pertenecía a una tenia enana, la 'Hymenolepis nana', una especie que difiere de la conocida 'solitaria', pero que es el origen localizado de la migración de las células cancerosas hasta el intestino delgado del hombre. En el siguiente vídeo explicativo publicado por el NEJM se detalla todo el proceso didácticamente:

Este gusano intestinal es uno de los más comunes y de menor tamaño (entre 15 y 40 mm de longitud). Las infecciones que provoca suelen ser asintomáticas, ya que es la única que puede completar su ciclo de vida en el intestino delgado sin la necesidad de intermediarios.

Sus huevos pueden sobrevivir más de diez días en ambiente extremo y suelen ser ingeridas a través de agua no potable, vegetales crudos o manos sucias. Las larvas se desarrollan en la mucosa intestinal, tal y como describen las autoridades sanitarias estadounidenses en este enlace y en el siguiente gráfico.

Los afectados son, en general, portadores de entre varias decenas y cientos de tenias. Los autores del estudio creen que, aunque el fenómeno parezca raro, podría haber más casos, sobre todo entre las personas infectadas con el virus del sida, cuyo sistema inmunitario está debilitado.

Esta transformación maligna de la 'Hymenolepis nana' podría ser diagnosticada erróneamente como un cáncer humano en países subdesarrollados, en los que tanto el VIH como las infecciones intestinales son muy frecuentes.

“La enfermedad humana causada por células cancerígenas de los parásitos supone un nuevo hallazgo en este campo. Los parásitos que habitan en el tejido intestinal suelen poseer mecanismos para su evasión inmune y la invasión de dichos tejidos, pero podrían ser detenidos durante su peligrosa transformación dentro del sujeto. Esta interacción entre el parásito y su anfitrión humano debería estimular el estudio de las relaciones entre la infección y el cáncer”, concluyen en el estudio.