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LAS COSAS OCURREN POR CAUSALIDAD Y NO POR CASUALIDAD

Pronoia, la absurda teoría de que el universo se alía para que algo te salga bien (que no es de Coelho)

Diariamente nos bombardean con innumerables mensajes de positivismo con la intención de convencernos de que algunas cosas nos ocurren porque el universo confabula a nuestro favor. Detrás de todo esto se encuentra un rentable producto de marketing que surgió a raíz de una patología psicológica, pero que nada tiene que ver con la realidad.

Paulo CoelhoWikimedia Commons

Estamos rodeados de ‘buenrollismo’ y a través de las redes sociales nos bombardean continuamente con numerosos mensajes de autoayuda y positividad. Muchos de ellos incitándonos a visualizar aquello que deseamos conseguir debido a que –según indican- una invisible fuerza que nos rodea se alía con los planetas y/o universo con el fin de que logremos alcanzar nuestras metas y deseos.

Se trata de un discurso repetido hasta la saciedad que está proporcionando pingües beneficios a gurús del 'coaching' emocional, vendehúmos sin formación alguna pero con buena labia, escritores de talento mediocre o repelentes empresas que se dedican a vender todo tipo de productos en los que incluyen una frase inspiradora. Toda una organizada estructura con la que se inculca el mensaje de que las cosas se pueden conseguir sin esforzarse, sólo pensando positivamente en ello.

Y es que todos aquellos que se dedican a esto saben que es mucho más rentable decir a un individuo que teniendo una mente y actitud positiva conseguirán lo que se proponen que no teniendo que esforzarse o siendo constantes, porque… ¿quién compraría una taza en la que pusiera que para tener una casa debes pagar una hipoteca con el poco dinero que ganas tras ir a trabajar a una oficina ocho horas diarias?

Es mucho más poético vender el mensaje de que existe una ‘ley de la atracción’ por la cual si deseas algo con mucho anhelo las leyes del universo confabularan a tu favor para que lo consigas. Este es un razonamiento utilizado frecuentemente y desde hace mucho tiempo por algunas religiones –entre ellas el hinduismo- y que últimamente también está presente en numerosos discursos de grupos y corrientes pseudocientíficas.

El origen de la superchería

Pero lo que hoy conocemos como un fructífero negocio de motivación en gran parte surgió a raíz de una curiosa patología psicológica descrita a inicios de la década de los años '80 por el sociólogo estadounidense Fred H. Goldner. En cocreto, describió un fenómeno que se daba en algunos individuos que estaban convencidos de que había algo o alguien que conspiraba para que las cosas les salieran bien. Su estudio fue dado a conocer a través de un artículo publicado en 1982 en la revista especializada 'Social problems'.

Este trastorno lo bautizó con el término 'Pronoia' en contraposición a la conocida enfermedad mental de la paranoia –delirio por el cual un sujeto está convencido que alguien o algo confabula en su contra-. Goldner apuntaba que aquellos sujetos que padecían de pronoia podrían llegar a desarrollar un estado de irrealidad mental, por el cual tendrían una interpretación distorsionada de la realidad que les rodea.

Pero contrariamente a lo que Fred H. Goldner advertía sobre el riesgo de padecer de pronoia -debido a la errónea creencia de que algo o alguien vela por ti provocando que las relaciones con los demás dejaran de ser realistas- el concepto fue aprovechado por algunas personas y grupos interesados para transmitir un mensaje de positividad cósmica quitando mérito al esfuerzo personal y la constancia y adjudicándoselo a la conspiración milagrosa del universo.

El famoso escritor Paulo Coelho -últimamente referente de los mensajes de positivismo y autoayuda- utilizó el concepto de la pronoia por primera vez en 1988 en su novela 'El Alquimista', en la que señalaba que cuando se desea algo el propio universo se encargará de confabularse para ayudarte a conseguirlo.

A lo largo de 1990 el concepto pronoia también fue ampliamente utilizado, sobre todo por grupos considerados sucesores del movimiento 'hippie' de la década de los '60 y '70 –y conocidos como 'zippies'- que abogaban por una filosofía de vida libre y positiva.

Ya entrados en el siglo XXI y con la expansión de internet, muchos fueron los que vieron en la teoría de la pronoia un lucrativo negocio para vender a través de las redes sociales un concepto de vida más optimista.

Tras ello, sin embargo, sólo había unas estudiadas estrategias de marketing concienzudamente desarrolladas por parte de algunos grupos afines a movimientos pseudocientíficos que utilizaban este argumento para ganar adeptos y los principios en los que se fundamentó un famosísimo 'best seller' aparecido hace una década y que se basaba en la teoría del poder de la atracción: tú desea algo con mucha fuerza y el universo hará que lo consigas. O no.

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