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LA BOMBA DE HUMO, BAJO LA LUPA DE LOS INVESTIGADORES
El ‘ghosting’, esa forma de desaparecer de la relación con una persona como si nos marcháramos a la francesa, irrita a muchos por la falta de explicaciones de la persona que se ha evaporado.
La palabra se usa sobre todo en relaciones sentimentales, que no terminan cara a cara, sino por no responder a los mensajes. Si queremos encontrar alguna explicación a ello, la ciencia se pone de nuestra parte.
La explicación de por qué el ‘ghosting’ se ha hecho tan evidente se debe a la popularización de las nuevas tecnologías: si estamos mandando mensajes y de repente se corta la comunicación por la otra parte, entendemos claramente que no quiere hablar con nosotros. Esto era más difícil antes.
La popularización del ‘ghosting’ también tiene que ver con cómo han cambiado las relaciones, cuando ligar de forma ‘online’ es más fácil que nunca.
Tara Collins, profesora asociada de psicología en la universidad Winthrop de Carolina del Sur (Estados Unidos), ha explicado que, al no existir lazos íntimos como cuando conocíamos a nuestras parejas en encuentros con amigos (es decir, al no haber un vínculo social común), es más fácil irse y desaparecer sin dejar secuelas. Collins también cuenta que es más probable que se evapore la gente a la que no le gusta tener “cercanía emocional”.
Ahora toca hablar de las personas que sufren el ‘ghosting’. Algunas investigaciones insinúan que esta forma de rechazo afecta al cerebro de la misma forma que el dolor físico.
Al parecer, podría deberse a que estas personas consideran más hiriente romper una relación vía WhatsApp que cara a cara. Si alguien te hace esto, lo mejor, de acuerdo a los especialistas, es que dejes marchar al fantasma, porque ya ha demostrado cómo maneja las relaciones.
También, que no cotillees sus perfiles en redes sociales y que termines con la comunicación directa. Tu salud mental te lo agradecerá.
Un estudio del año pasado se basó en 1300 personas para conocer mejor el ‘ghosting’. De ellas, un 25 % aseguraron haber sufrido el ‘ghosting’ de una pareja, mientras un 20 % afirmaron que ellos se lo habían hecho a alguna persona.
Este hábito parecía más común entre amigos que entre compañeros. Otro estudio, también de 2018, elevaba los porcentajes: casi dos tercios de los participantes aseguraban haber ‘ghosteado’ a una pareja, y el 72 % decían que la otra parte de la relación les había hecho eso.