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LA CLAVE ESTÁ EN EL CEREBRO

Por qué tu amigo se pone tan chulo e insoportable cuando bebe

La actividad en el córtex prefrontal aumenta cuando nos ponemos agresivos tras tomar algunas copas de más.

Borracho Borracho

La clave está en el cerebro. Como se venía teorizando, que la agresividad e incluso la violencia aumenten cuando uno se ha tomado ciertas copas de más parece estar relacionado con cambios en la actividad del córtex prefrontal, la parte del cerebro que suele ser la encargada de mantener a raya esos impulsos.

Hasta la fecha, eran pocas las observaciones que venían a corroborar esta teoría. Sin embargo, un grupo de investigación australiano ha usado imágenes de resonancia magnética (MRI por sus siglas en inglés) para medir el flujo sanguíneo en los órganos pensantes de cinco voluntarios jóvenes en busca de esas variaciones.

A algunos les sirvieron un par de vodkas; al resto, placebo: bebidas sin alcohol. Mientras los científicos observaban sus cerebros, los participantes en el estudio debían completar una tarea que lleva años empleándose para observar los niveles de agresividad en respuesta a la provocación.

De este modo, los investigadores pudieron comprobar que las personas que habían consumido alcohol mostraban un incremento en la actividad del córtex prefrontal si se ponían agresivas. Dicho aumento se registraba también en las áreas vinculadas con la recompensa y en el hipocampo, asociado a la memoria.

“Estas regiones podrían fomentar distintos comportamientos, como paz frente a agresión, dependiendo de si la persona está sobria o ebria”, afirma el investigador Thomas Denson, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, líder del estudio. “Animamos a que se investiguen con mayor profundidad y a mayor escala los fundamentos de la violencia vinculada al alcohol [...] Hacerlo podría conducir a una reducción sustancial del daño”.

Mientras tanto, si alguno de tus amigos se pone insoportable cuando bebe, trata de calmarlo. Cierta región de su cerebro está dejando de frenar sus impulsos más desagradables, pero en el fondo de su corazón es cierto que te quiere un huevo. Seguro que ya lo ha repetido un par de veces.

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