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LA CIENCIA DE LAS PEQUEÑAS COSAS, POR JORGE ALCALDE

¿Por qué los astronautas no lloran?: Respuestas sencillas para mentes inquietas

En los últimos años, la ciencia se ha preocupado más de fotografiar planetas lejanos que de examinar lo que ocurre en nuestro cerebro. Conocemos más certezas sobre los neutrinos que sobre el amor, y eso que la mayor parte de las preguntas que nos hacemos a diario son mucho más sencillas. '¿Por qué los astronautas no lloran?' es el manual de respuestas científicas para todas esas preguntas sencillas del día a día.

¿Es más importante saber medir una galaxia o entender el llanto de un recién nacido? ¿Atrapar el bosón de Higgs o saber por qué envejecen nuestros padres? Todo tiene su importancia, aunque la mayor parte de los mortales suele hacerse preguntas sencillas y muy relacionadas con el día a día. Nos preocupa saber por qué no conseguimos eliminar el cáncer, o por qué no controlamos el amor. El libro de Jorge Alcalde, '¿Por qué los astronautas no lloran?', responde a muchas de esas preguntas que nos pasan por la cabeza y nadie parecía acertar a contestar.

Alcalde ha empleado varias décadas a la divulgación de contenidos científicos. Durante estos años, ha tenido la oportunidad de conocer a algunos de los más prestigiosos científicos de todo el mundo, quienes le han dado las claves para contestar a preguntas tan cotidianas como estas:

¿Por qué no nos toca la lotería?
A pesar de que las probabilidades de que nos toque la lotería son muy bajas, no solemos rendirnos. En el caso de la Lotería Nacional, la probabilidad es de uno entre 600.000, y en la Quiniela, una entre casi cinco millones. Entonces, ¿por qué seguimos jugando?

La lotería ha sido definida como “el impuesto que pagamos los ciudadanos por ser unos ignorantes en matemáticas”. Sin embargo, la respuesta a por qué continuamos comprándola es simple: por temor a que otro gane en lugar de nosotros. La posibilidad de perder es lo que nos mueve a jugar, estamos biológicamente programados para compararnos con los demás. ¿Vemos a alguien con un yate? No. Entonces, no lo queremos.

Y tú, ¿a quién te pareces?
A tu padre, a tu madre, al abuelo… todavía no sabemos muy bien por qué nos parecemos a nuestros progenitores. Sigue habiendo ciertos misterios en todo el asunto de la herencia genética. De hecho, se estudia la posibilidad de que no sólo influya el ADN, sino también los factores ambientales.

Algunos estudios afirman que, en ciertos casos, los hijos y nietos de supervivientes de una experiencia traumática, como una guerra, han heredado ciertos síntomas de padre/ abuelo, como la ansiedad o la depresión. Lo denominan “traumatización terciaria”.

¿Por qué los astronautas no lloran?
Cuando A.J. Feustel, astronauta de la NASA, estaba camino de la Estación Espacial Internacional, se encontró con un gran problema: su ojo le picaba y no podía rascarse. Entonces, comenzó a irritársele hasta que segregó algunas lágrimas. Sin embargo, debido a la falta de gravedad, las gotas no rodaron por su mejilla. Resulta que, en el espacio, se forma “una especie de esfera acuosa alrededor del globo ocular”, tal y como afirmó su compañera, Allison Bollinger.

Los niños y sus "grandes" preguntas
Cualquier padre desea continuamente que su hijo le pregunte, que tenga curiosidad por el mundo que le rodea. Sin embargo, esto cambia cuando se da cuenta de que no tiene respuestas para todas esas preguntas. ¿De qué color es un espejo? ¿Cuánto pesa una sombra? Si un mosquito pica a un borracho, ¿se emborracha él también?

Como se afirma en el libro, a veces la mejor contestación es una ayuda para encontrar la respuesta. Así funcionan los niños y así funciona la ciencia.

Y tú, ¿qué te preguntas? Seguro que la respuesta está en el libro.