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LO QUE LA CIENCIA DICE DE LA CULTURA POPULAR
Si colocas en fila a un chileno, un noruego, un alemán, un sudafricano, un estadounidense y un español que acaban de cumplir los cincuenta, te sorprenderá hasta qué punto el primero y el último parecen más jóvenes. Y no sólo lo parecen: además de lucir menos arrugas en el rostro, se ha demostrado que a nivel biológico tienen menos edad.
Un grupo de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles acaban de explicar por qué, desde el punto de vista molecular, a los latinos les pesan menos los años que a cualquier otro grupo humano del planeta.
Esta generosa prórroga de su juventud tienen que agradecérsela a sus genes, concretamente a los que controlan el funcionamiento de su reloj interno. "Nos hemos basado en el reloj epigenético, es decir, en los cambios que se producen en la metilación del ADN de las células y los tejidos con el paso del tiempo", explica el genetista y bioestadístico Steve Horvath, principal responsable del hallazgo, publicado en la revista 'Genome Biology'.
La metilación del ADN es un tipo de modificación química del libro de la vida que no afecta a la secuencia genética, sino a qué genes están activos y cómo funcionan. De hecho, Horvath ya había demostrado previamente que existen desajustes entre la edad cronológica y la edad fisiológica de los individuos que se reflejan en el reloj epigenético, y que calculando la edad epigenética de una persona se puede predecir con bastante más exactitud su esperanza de vida que mirando sólo su carnet de identidad. Además de que se relaciona directamente con el bienestar físico y cognitivo de un individuo, registra el estrés que sufrimos a lo largo de la vida y está vinculado con enfermedades como el párkinson o el alzhéimer.
En el caso de los latinos, Horvath y sus colegas han demostrado que su reloj epigenético marca las horas más despacio. Y eso explicaría por qué puertoriqueños, bolivianos, peruanos y cubanos tienen un 30% menos de riesgo de fallecer que los miembros de otros grupos étnicos. O a qué se debe que en los Estados Unidos la esperanza de vida de los latinos sea tres años superior que la de los caucásicos. Incluso justificaría científicamente que en las mujeres latinas la menopausia llegue 2,4 años después que en las féminas caucásicas, asiáticas y afroamericanas.
Según Horvath, el retardo del envejecimiento ayuda a los latinos a enfrentarse a los procesos dañinos relacionados con la obesidad y la inflamación, además de protegerles también frente a las enfermedades crónicas. Claro que esta ventaja podría ser temporal, ya que el investigador está convencido de que en el futuro será posible crear una terapia génica que permita frenar también el envejecimiento del resto de grupos étnicos. ¡Eterna juventud para todos!