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LOS INVESTIGADORES DICEN QUE DEPENDE DE LA PERSONA QUE LO CONSUMA
Un estudio muestra que el consumo de pan integral no ofrece ningún beneficio significativo en comparación con el pan blanco
“Pan casero, de ese quiero”. Así reza un refrán español que ensalza las bondades del pan integral tradicional y no son pocos los que durante los últimos años han rechazado el pan blanco en favor del primero. Sin embargo, más allá de las diferencias en sabor o textura, no parece que los artesanales panes de antaño tengan ningún beneficio para la salud respecto a los panes blancos que se consumen actualmente.
Así lo ha asegurado un equipo de investigadores que ha realizado un ensayo en el que compararon los efectos del consumo de pan blanco de origen industrial y del pan integral de origen artesanal. Los científicos concluyeron que “no hay diferencias significativas en ninguno de los múltiples parámetros clínicos analizados”.
El pan de trigo se consume desde hace siglos en la mayoría de las culturas humanas y su consumo prolongado sugiere que los seres humanos y su flora intestinal se han adaptado bien a este alimento. Sin embargo, el pan que se consume hoy en día difiere mucho del pan de trigo tradicional, tanto por el grado de refinamiento, como por el tipo de levadura, el proceso de preparación o los aditivos utilizados.
Esto ha llevado a muchos investigadores ha analizar los distintos tipos de pan para comprobar las ventajas de cada uno. En este sentido, se sabe que los granos enteros que se utilizan en el pan integral artesanal contienen mayor cantidad de fibra, así como otros componentes beneficiosos como vitamina B, hierro, magnesio y zinc, y también que muchos de estos elementos se pierden en el proceso de molienda de la harina refinada.
Sin embargo, los resultados de los estudios científicos sobre los beneficios para la salud del consumo del grano entero son contradictorios. Mientras que varios de ellos han concluido que el consumo de cereales integrales es ventajoso para la salud y sugieren que está asociado con una menor mortalidad, otros no han mostrado ningún efecto significativo en los marcadores de riesgo de ninguna enfermedad.
Es más, algunos estudios incluso indican que el consumo de pan integral puede llevar a una disminución en la absorción de minerales.
Para intentar arrojar algo más de luz sobre este tema, los investigadores realizaron un ensayo con varios voluntarios que se sometieron a dos dietas diferentes durante una semana, una con pan blanco y otra con pan integral.
Los resultados no solo no mostraron ninguna diferencia en los marcadores clínicos analizados, sino que “la composición de la flora intestinal permaneció generalmente estable”, independientemente del tipo de pan consumido.
Lo que sí observaron los autores del estudio, que ha sido publicado en la revista Cell, es que la respuesta de cada individuo no dependía del tipo de pan sino de las particularidades de cada uno. “Demostramos una variabilidad interpersonal estadísticamente significativa en la respuesta a los diferentes tipos de pan”, explican los investigadores.
En este sentido los científicos han destacado “la importancia de la personalización en las recomendaciones dietéticas”, ya que el hecho de que los efectos de los distintos panes varíen según cada persona, “sugiere que las recomendaciones dietéticas universales probablemente tengan una eficacia limitada”.