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LA CIENCIA CALCULA LA MAGNITUD DEL DESORDEN
Tiene más entropía el agua en estado gaseoso, con sus moléculas dispersas y alejadas unas de las otras, que la misma en estado líquido con sus moléculas más juntas y ordenadas. Según el segundo principio de la termodinámica, la cantidad de entropía del universo tiende a incrementarse con el tiempo.
El universo (y tu cuarto) tienden de manera natural al desorden, por mucho que esto ponga nerviosa a tu madre.
Para mantener un entorno ordenado hay que gastar muchísima energía en esa tarea consciente y pesada, pero incluso, en ese momento, la energía que utilizas se degradará en forma de calor, lo que aumenta la entropía.
Todas las partículas tienden al desorden y esto es algo que se alcanza más rápido cuando hay seres vivos. Hemos venido a este mundo a desordenar.
No somos los únicos responsables del aumento de entropía. Las estrellas también son desordenadas. Cada vez que la estrella fusiona los núcleos de un elemento obtiene otro que le es más inútil para obtener energía, degradando la energía en forma de calor y contribuyendo al aumento de entropía del universo.
El 90% de la energía producida por las estrellas proviene de las reacciones de fusión del hidrógeno en helio. El helio, sin embargo sólo genera 6% de la energía.
El resto de fases de combustión apenas contribuyen de forma apreciable a la energía emitida por la estrella a lo largo de toda su vida. Este es el motivo por el que esta materia no servirá para generar estrellas nuevas.
El segundo principio de la termodinámica sirve para explicar tanto el desorden de tu cuerpo como el fin del universo.