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LOS ASTRONAUTAS TAMBIÉN PADECEN LA LA MISMA SENSACIÓN
Si alguna vez has sentido que el viaje de regreso de vacaciones se te ha hecho más corto que el de ida, que sepas que no eres el único al que le pasa.
Hasta el astronauta Alan Bean aseguró en 1969 que el camino de vuelta desde la Luna a la Tierra le pareció mucho más corto que el de ida, a pesar de que la distancia fuera equivalente.
Este fenómeno psicológico se denomina “efecto viaje de regreso”, y hay varios grupos de investigación intentando explicar los motivos que lo producen.
EXPLICACIÓN TRADICIONAL
La explicación tradicional dice que el viaje de vuelta se nos hace más corto, porque pasamos por lugares que reconocemos haber visto en el viaje de ida, sin embargo esto no explicaría porqué también tenemos esta sensación cuando volvemos por una ruta diferente o viajamos en avión.
FRUSTRACIÓN DE EXPECTATIVAS
El argumento más consistente se basa en la frustración de las expectativas. A menudo, somos demasiado optimistas cuando salimos de viaje, de modo que cuando llegamos a nuestro destino sentimos que ha durado más de lo que esperábamos.
Ese sentimiento de pesimismo se apodera de nosotros cuando hay que volver a casa e, inevitablemente, pensamos “esto se me va a hacer muy largo”. Paradójicamente, es ese pensamiento el que hace que el viaje de vuelta se nos haga más corto.
EL FACTOR RELOJ
Existen otros factores a tener en cuenta, como la intención de llegar al destino de vacaciones a una hora determinada, lo que nos hacer mirar la hora constantemente, por lo que sentimos que el tiempo avanza más despacio.
La hora de llegada suele importar menos cuando volvemos a casa, por lo que estamos más distraídos y eso nos ayuda a sentir que el viaje es más corto.
Así que ya sabes, si quieres que tu próximo viaje se te haga más llevadero conciénciate de lo largo que va a ser e intenta no mirar el reloj durante el trayecto.