TecnoXplora » CienciaXplora » Divulgación

La literatura ha complicado su uso

¿Qué es un “vomitorium”?

Los romanos no solo eran famosos por su libertad sexual sino también por sus apoteósicos banquetes interminables y abundantes. Pensábamos que el “vomitorium” era una sala especial en la que los más comilones iban a vomitar para continuar comiendo y seguir con la fiesta.

Vomitorium Wikimedia Commons

Sin embargo, el científico sueco Karl Kruszelnicki, afirma que no es exactamente para lo que se solía utilizar un vomitorium.

¿Para qué visitaban los romanos el vomitorium?

En la mayoría de los casos, el mito sugiere que los ciudadanos romanos acomodados visitaban esta sala durante el banquete para hacer más espacio en su abdomen y poder seguir comiendo en exceso. Con más dinero que sentido común, los romanos no vomitaban para comer más sino como una señal de ostentación de sus riquezas; esto es, como un signo de consumo conspicuo.

Hay otra versión que sugiere que algunos romanos vomitaban para mantener la línea, seguir delgados y mantener su peso a pesar de los magnos banquetes.

Independientemente del motivo, el mito popular es que los romanos se dirigían al vomitorium para vomitar.

La palabra 'vomitorium' en efecto, viene de la raíz latina 'vomere "que significa “vomitar”, pero no se refiere al contenido del estómago. Un vomitorium era, en realidad, un pasaje o abertura en un teatro (o anfiteatro romano), que llevaba hacia los asientos y a través del que pasarían los miembros de la audiencia, esto es un corredor para los espectadores.

Estos pasajes serían lo suficientemente grandes como para hacer salir rápidamente a la audiencia en el caso de un incendio u otra emergencia, pero sobre todo por la enojosa tarea de no sólo la eliminación de la audiencia de forma rápida, sino para hacer espacio para otro espectáculo inmediatamente después.

El Coliseo romano tenía 76 vomitoria para que los espectadores comunes entraran o salieran. Había otros cuatro vomitoria para uso exclusivo de la familia imperial. Como resultado de tener estas 80 amplias entradas o salidas, 50.000 personas podían entrar o salir del Coliseo en apenas 15 minutos.

La palabra vomitorium fue utilizada por primera vez en el siglo IV d.C. por el escritor romano Macrobio y durante mucho tiempo ha sido utilizado por arquitectos, constructores y gente del teatro en su contexto correcto.

Sin embargo, la literatura no hace sino complicar la utilización o uso de esta palabra. El filósofo romano Séneca, por ejemplo, describe que los esclavos eran específicamente empleados para limpiar 'las sobras de los borrachos'; Cicerón escribió que en una ocasión, Julio César, 'expresó el deseo de vomitar después de comer', pero en ninguna parte de la literatura romana sugieren que había una habitación específica para los vómitos.

El primer uso incorrecto de 'vomitorium' parece haber sido por Aldous Huxley en 1923 en su novela cómica, "Antic Hay".