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VAN A DEJAR DE RECETARLA
Los productos homeopáticos están incluidos en el NHS, que es el sistema público de salud del Reino Unido. Eso quiere decir que los médicos pueden recetarlos y que el precio de esos productos está parcialmente financiado por las arcas públicas de los británicos. Incluso existe algo llamado 'hospitales homeopáticos', donde el paciente es tratado única y exclusivamente con este tipo de productos.
Eso sería estupendo de no ser porque nadie ha podido demostrar jamás que la homeopatía tenga un efecto superior al placebo.
De hecho, podríamos decir que la homeopatía es la estrella de los placebos: no hay una sola terapia alternativa que goce de tanta penetración social y tan buena fama.
Hasta ahora, el sistema público de salud británico advertía a los pacientes de que la homeopatía no había demostrado su efectividad. Y, ciertamente, era un poco raro que avisaran de tal cosa y, al mismo tiempo, la financiaran. Jeremy Hunt, Secretario británico de Sanidad, lo ha dejado bien claro hace unas semanas: “Cuando los recursos son escasos, tenemos que seguir la evidencia”.
Y no es el único que se ha pronunciado en este sentido. El ministro británico de Ciencias de la Vida, George Freeman, dijo en una entrevista en la BBC que los fondos para la sanidad deben garantizar los medicamentos más eficaces.
Esto no sólo pasa en Reino Unido: también en Estados Unidos le están dando una vuelta al asunto.
La FDA, que es la Agencia reguladora de alimentos y medicamentos, está revisando el marco legal de la homeopatía ya que, según la Comisión Federal de Comercio, podría entrar en conflicto con la ley publicitaria.
Entre una cosa y otra, todo hace indicar que 2016 será un año complicado para los magnates del placebo. Las grandes empresas de homeopatía tendrán que invertir todavía más dinero en lobby y comunicación... pero bueno, se lo pueden permitir: al fin y al cabo, en investigación no gastan un céntimo.