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Hallan pigmentos rosa brillante de 1.100 millones de años de antigüedad
Un equipo de investigadores ha descubierto pigmentos de color rosa brillante de 1.100 millones de años de antigüedad bajo el desierto del Sáhara. El análisis de esas moléculas, provenientes de bacterias, también sirve para estudiar la evolución de la vida en la Tierra.
Ni rojo ni verde, ni tampoco azul. Los tres colores primarios no son los más antiguos del planeta. Según un reciente estudio publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, los pigmentos de color rosa son los más antiguos del registro geológico: los investigadores han descubierto algunos con 1.100 millones de años de antigüedad en África.
Un equipo de científicos de la Universidad Nacional Australiana, Estados Unidos y Japón hallaron ese color en las lutitas negras marinas, rocas extraídas bajo el desierto del Sáhara, en concreto en la cuenca de Taoudeni (Mauritania).
En su interior encontraron pigmentos de clorofila 500 millones de años más antiguos que los descubiertos anteriormente. Esos pigmentos son los fósiles moleculares producidos por organismos fotosintéticos que habitaban en un océano ahora desaparecido.
Pese a que la clorofila concede a las plantas su característico color verde, fosilizada era de un color que variaba entre un rojo oscuro y un morado oscuro. Sin embargo, cuando los expertos pulverizaron las rocas para analizar las moléculas de las bacterias y diluyeron los fósiles, se encontraron con un color rosa rosa brillante.
El hallazgo de que el rosa es el color biológico más antiguo ha impactado a los propios científicos: al principio pensaron que la muestra se había contaminado porque les parecía difícil que el color hubiera podido sobrevivir tanto tiempo.
Además, el análisis de esos pigmentos les sirvió para confirmar que las cianobacterias, los microorganismos fotosintéticos que los presentaban, habían sido la base de la cadena alimentaria hace mil millones de años.
Sin embargo, los océanos plagados de cianobacterias comenzaron a desaparecer hace 650 millones de años. Precisamente fue entonces cuando las algas empezaron a diseminarse y a ganar terreno. De hecho, las algas, de un volumen mucho mayor que las cianobacterias, eran una fuente de alimento mucho más rico.
Por ello, proporcionaron la energía que se necesitaba para la evolución de ecosistemas complejos donde los grandes animales, como los humanos, podrían prosperar. Pero más allá de dar a conocer algunos aspectos sobre la evolución de la vida en la Tierra, esta investigación ha permitido descubrir que el color rosa tiene una larguísima historia.