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EL HANDICAP DE LA BELLEZA
Hay mucha literatura científica que refrenda la idea de que la belleza favorece la vida en muchos campos, desde el laboral al social. Sin embargo, la belleza también es un lastre en algunos contextos, incluso en el campo laboral.
Algunos tipos de trabajo discriminan a las personas más agraciadas físicamente, según un estudio de la Asociación Estadounidense de Psicología. Se trata concretamente de los empleos percibidos como menos deseables, como por ejemplo ser empleado en un restaurante de comida rápida. La razón de que esto suceda es esquiva, como en la mayoría de decisiones en la que subyacen múltiples variables sociológicas.
La hipótesis de los investigadores que han realizado el estudio mencionado, de la London Business School, sería que una empresa prefiere contratar a un trabajador dócil, satisfecho con su trabajo. Inconscientemente, tendemos a creer que las personas percibidas como más atractivas tienen mayores expectativas y ambiciones, de modo que resultarán empleados que no estarán satisfechos con el trabajo a corto o medio plazo (sobre todo si el trabajo es poco deseable o posee escasa categoría social, como es el caso).
Como explica Madan Pillutla, coautor del estudio, "la parte más interesante de nuestros hallazgos es que quienes toman las decisiones consideran las supuestas aspiraciones de los demás en sus decisiones. Dado que los participantes pensaron que las personas atractivas querrían mejores resultados y que estas estarían menos satisfechas, revirtieron su patrón de discriminación".
El ejemplo paradigmático de los restaurantes de comida rápida resulta irónico, porque otro estudio sobre cómo las mujeres perciben el estatus de un hombre se hizo con este tipo de empleos. En dicho experimento se sometió a valoración de las mujeres a un grupo de hombres: unos iban trajeados y otros llevaban el típico uniforme de franquicia de restaurante de comida rápida. Incluso en los casos de que el hombre que posaba era el mismo, mayoritariamente las mujeres puntuaron como más deseable al hombre trajeado.
Las innumerables ventajas
Si bien el atractivo presenta algunas desventajas, en la mayor parte de las situaciones sociales comporta una clara ventaja frente a los menos agraciados físicamente. La belleza "tiende a definir en gran parte nuestro lugar en la jerarquía social y nuestra potencia de apareamiento selectivo", en palabras de Dan Ariely, profesor de Psicología y Economía del Comportamiento de la Universidad de Duke en su libro 'Las ventajas del deseo'.
Por esa razón, los individuos atractivos, altos y esbeltos, según concluyen Daniel Hamermesh y Jeff Biddle en un estudio publicado en 'American Economic Review', tienen más amigos de media y perciben salarios más elevados por el mismo trabajo... aunque el aspecto no tenga nada que ver con el trabajo desempeñado.
La belleza es tan determinante que en el ámbito de un tribunal, donde se supone que todos deberíamos ser ecuánimes e impartir justicia de forma fría y razonada, las personas feas suelen ser condenadas con mayor facilidad y bajo penas más largas que los personas atractivas. Por esa razón, algunas iniciativas apuntan a juicios donde no se pueda observar al juzgado (por ejemplo, contratando a un actor de aspecto neutro que lo sustituya en la sala del tribunal).
Es más, después de salir de la cárcel, son los individuos más atractivos los que se reinsertan antes en la sociedad, mientras que los feos acostumbran a regresar a la cárcel en más ocasiones. Es lo que concluye otro estudio realizado investigadores de la Universidad de Texas Medical Branch en Galvestron.
Así las cosas, los guapos también lloran, como los ricos, pero porcentualmente tienen muchos motivos objetivos para hacerlo. A no ser que quieras trabajar en McDonald's, claro.