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GUERRA NUCLEAR Y CAMBIO CLIMÁTICO, ERAN DOS DE LOS MOTIVOS
La brillante mente del científico y divulgador británico Stephen Hawking, fallecido este miércoles en su casa de Cambridge a los 76 años, no solo le permitió revolucionar la física teórica y desentrañar los misterios del cosmos, sino también brindarnos inspiradoras frases y chistes hilarantes. Y temibles vaticinios.
Los conocimientos de Hawking sobre la ciencia y la tecnología y la naturaleza humana le llevaron a pronosticar en varias ocasiones cómo y por qué desaparecerá el hombre de la faz de la Tierra. Aunque ha repetido sus advertencias repetidas veces en los últimos años, no necesitó esperar a conocer los problemas del siglo XXI para percatarse de las verdaderas amenazas para la vida en nuestro planeta. Ya en los años 80 hablaba de las armas nucleares, el calentamiento global y la superpoblación.
“Aunque la probabilidad de que ocurra un desastre en la Tierra en un año concreto es bastante baja, va aumentando con el tiempo hasta convertirse en casi una certeza si miramos a los próximos mil o 10.000 años”, sostenía Hawking. Según aseguró el físico durante una charla en Oxford, a la humanidad le queda aproximadamente otro siglo antes de extinguirse, añadiendo a la lista de posibles desencadenantes de una catástrofe la creación de virus letales por ingeniería genética y la inteligencia artificial.
El peligro de una guerra nuclear
En el discurso de agradecimiento que Hawking dio en 1989 tras recibir el premio Príncipe de Asturias de la Concordia, el físico advirtió que, si bien problemas globales como el efecto invernadero o la falta de alimentos tienen un desarrollo relativamente lento, “una guerra nuclear podría significar en pocos días el fin de toda la vida humana sobre la Tierra”. Y eso que por entonces el británico solo hablaba de las armas soviéticas y estadounidenses, sin tener ni idea aun del programa nuclear de Corea del Norte.
Hawking consideraba la violencia uno de los mayores errores del ser humano, tan grande que, combinada con los avances tecnológicos, podría llevarle a la ruina absoluta. Por eso llamaba a aumentar la empatía y dejar de un lado la agresividad, “una ventaja de supervivencia para los hombres de las cavernas […] que ahora amenaza con destruirnos a todos”.
El calentamiento global
Según el físico británico, “no sabemos hasta dónde llegará el calentamiento global”. Ponía como peor escenario la transformación de la Tierra en un planeta inerte como le ocurrió Venus, que era habitable hace 2.000 años, pero la evolución de los gases de efecto invernadero lo convirtió en un mundo muerto hace 4.000 millones de años.
Actualmente, la presión atmosférica de Venus es 90 veces más alta que en la Tierra, sus temperaturas cercanas a los 250 grados centígrados y su superficie se ve regada por abundantes lluvias de ácido sulfúrico.
Los virus creados por el hombre
En vista de los avances experimentados en el campo de la ingeniería genética, Hawking advertía que los virus con ADN modificado con estas técnicas de edición biológica podrían acabar con poblaciones enteras.
Al físico no le faltaba razón al afirmar que aún no comprendemos bien el funcionamiento de los genes. Aseguraba que alterar una parte del ADN podría traer consecuencias inesperadas, como el desarrollo de virus incontrolables resistentes a tratamientos o vacunas.
Robots cada vez más inteligentes
En julio del 2015, Hawking firmó una carta abierta sobre las armas autónomas para el Future of Life Institute, advirtiendo que la inteligencia artificial podría abrir la puerta a una carrera armamentística a nivel global en este campo. El documento aseguraba que las armas autónomas podrían convertirse en una realidad en un futuro cercano y que su uso generalizado supondría una revolución bélica, a la altura de la dinamita o las armas nucleares.
Ante estos fatídicos escenarios, Stephen Hawking veía una única alternativa: la emigración cósmica. Para cuando se hagan realidad, deberíamos haber conquistado otros planetas para que un desastre en la Tierra no signifique el fin de la humanidad.