Superreconocedores: Así son las personas que recuerdan hasta 10.000 caras

Da igual si te consideras una de esas personas que se quedan con la cara de todo el que se cruzan o de las que siempre contestan “no caigo” cuando alguien les dice que ya se han visto antes: lo cierto, en cualquier caso, es que los seres humanos tenemos una capacidad asombrosa para recordar los rostros de la gente.

Un estudio de investigadores británicos le ha puesto cifras. El común de los mortales tiene almacenadas en su memoria unas 5.000 caras, aunque hay gente con prodigiosas capacidades para el reconocimiento facial (los llaman superreconocedores y son fantásticos detectives) y otros que literalmente son incapaces de rememorar un rostro, pues sufren un trastorno cognitivo conocido como prosopagnosia.

Lo que los científicos pretendían estudiar no era el límite de almacenamiento que tiene el cerebro humano, sino la media de caras que, de hecho, tenemos registradas en el cerebro. Dicho de otro modo, trataban de averiguar el número de rostros que recordamos y no el máximo que seríamos capaces de recordar.

Para ello, los participantes tuvieron que hacer la lista de toda la gente a la que conocen: familia, amigos, amigos de familiares, amigos de amigos, profesores, compañeros de clase, colegas del trabajo, profesionales con los que se relacionan habitualmente (su médico de cabecera, el panadero…), etc. No tenían por qué acordarse de sus nombres, pero sí era imprescindible que pudieran evocar una imagen mental de esas personas y tuvieran la certeza de que serían capaces de identificarlas si las tuvieran delante.

Después, se les mostró una serie de fotografías de 3.441 famosos y se les preguntó si eran capaces de reconocerlos. Para comprobar que de veras lo hacían, cada ‘celebrity’ salía en dos imágenes. Combinando los datos de ambos experimentos, los investigadores llegaron a la conclusión de que los voluntarios eran capaces de reconocer entre 1.000 y 10.000 caras, con una media de 5.000, una cifra que les pareció sorprendentemente abultada.

De hecho, los resultados han despertado nuevas cuestiones que esperan resolver pronto. “Sería interesante comprobar si hay un pico de edad en el número de caras que conocemos”, ha dicho Rob Jenkins, autor principal del estudio. “Quizá acumulamos rostros a lo largo de toda nuestra vida, o quizá empezamos a olvidar algunos cuando alcanzamos cierta edad”. Desde luego, será interesante comprobarlo.