Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
VIDEOBLOG CON JOSÉ A. PÉREZ
Theranos es el nombre de una empresa creada por una chica de 19 años llamada Elisabeth Holmes mientras estudiaba ingeniería química en la universidad de Standford. Y todo gracias a una idea revolucionaria: Holmes patentó un método para condensar 30 análisis de sangre distintos en uno solo, extraordinariamente rápido, y que solo necesitaba una gota de sangre del paciente.
En 2010 la empresa recibió una inyección de 45 millones de dólares. Cuatro años después, en 2014, obtuvo el permiso para operar en todo Estados Unidos. Para entonces, Elisabeth Holmes ya era la mujer emprendedora más joven de la lista Forbes 400.
Y hasta aquí las buenas noticias.
El mes pasado Theranos anunció que interrumpía su recolección de gotas de sangre. ¿El motivo? La FDA, que es la agencia estadounidense de alimentos y medicamentos, ha abierto una investigación sobre ellos. Y aunque todavía no está claro el motivo, hay varias sombras que planean sobre esta empresa desde hace años.
Para empezar, Theranos jamás ha explicado cómo funciona su innovador sistema. Por si esto no fuese lo suficientemente sospechoso, The Wall Street Journal ha revelado que buena parte de los análisis eran hechos, en realidad, con máquinas de la competencia. Y eso, aunque parezca mentira, no es lo más raro del asunto.
Lo más raro es que el consejo de administración de Theranos no cuenta con prácticamente ningún científico, como cabría esperar en una empresa de este tipo. En vez de eso, casi todos son militares retirados y altos cargos jubilados de la administración americana, como por ejemplo Henry Kissinger.
Con todo, Theranos ya ha anunciado que la investigación abierta por la FDA no interrumpirá su expansión internacional. Si sus planes siguen su curso, en solo unos años Theranos tendrá la mayor base de datos de sangre del mundo. Tranquilizador, ¿verdad?