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NO TE PASES CON LA CERVEZA (NI CON EL VINO)
Una, dos, tres, cuatro y hasta cinco vasos de vino o de cerveza es la cantidad de alcohol que, según un reciente estudio, puedes beber semanalmente antes de que tu salud se vea seriamente perjudicada. El trabajo, firmado por un equipo internacional de científicos, pone de manifiesto las graves consecuencias de pasarnos de este límite seguro: cada copa extra más allá de ese máximo acorta un poco nuestra vida.
Para aquellas personas con 40 años de edad, cada uno de estos vasos disminuye en una media hora su esperanza de vida. Así lo demuestran los resultados del trabajo, publicado en la revista médica ‘Lancet’. Sus autores estiman que cinco copas de 175 mililitros de vino o cinco pintas de cervezas (unos 100 gramos de alcohol semanales) es el máximo a partir del cual veremos aumentado el riesgo de sufrir un infarto, un aneurisma, un fallo del corazón y la muerte.
El prestigioso investigador de la Universidad de Cambridge David Spiegelhalter ha comparado los riesgos para la salud que afronta un individuo de 40 años con los provocados por el tabaco. “El estudio estima que beber cuatro unidades sobre el máximo acorta unos dos años su esperanza de vida. Es equivalente a una hora por día. Así que es como si cada unidad por encima del límite recortara, de media, unos 15 minutos de vida, aproximadamente lo mismo que un cigarrillo”, ha advertido.
Los autores del estudio han tenido en cuenta los datos de 600.000 bebedores incluidos en otros 83 trabajos realizados en 19 países, diferenciándolos según su edad, tabaquismo, su historial de diabetes, su nivel de educación y su profesión. Analizando toda esta información, hallaron que el máximo seguro para la salud son esas cinco bebidas a la semana. Tomar diez o más disminuiría uno o dos años la esperanza de vida.
Frente a estos resultados, los expertos advierten sobre la importancia de fijar unos límites adecuados de consumo de alcohol a nivel estatal, pues cada país tiene sus propios parámetros. Por eso sugieren que aquellos que estipulan un máximo superior a las cinco bebidas semanales -como Italia, Portugal y España, cuyos límites de seguridad son hasta un 50 % más altos-, deberían reducirlos drásticamente.