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VARAPALO PRESUPUESTARIO
De las palabras a los hechos suele ir un largo trecho, pero no para Donald Trump: su proyecto de presupuestos cercena la inversión en investigación pública, salud y medio ambiente.
El presidente de los Estados Unidos lleva amenazando con duros recortes a la ciencia desde que ganó inesperadamente las elecciones a la candidata republicana.
Donald Trump ha mostrado en público su menosprecio hacia la ciencia desde que entró en la carrera presidencial, cuestionando repetidamente -por ejemplo- el calentamiento global. De hecho, tiene a su lado como vicepresidente a Mike Pence, contrario a la investigación con células madre por motivos religiosos.
Que se avecinaba tormenta tras su victoria era algo prácticamente cantado, y se ha consumado en el abandono del histórico acuerdo de París contra el cambio climático, a pesar de la cara de circunstancias y las prerrogativas del mismísimo pontífice Jorge Mario Bergoglio.
Sin embargo, el mazazo que viene para los próximos años en ciencia se prevé que sea aún más gordo. Es lo que se deduce tras la presentación en el Congreso del proyecto de presupuesto de 2018, que apunta a un brutal descenso del apoyo a la investigación, fuertes bajadas de impuestos y aumento del gasto militar. Todo ello englobado bajo el pomposo título 'Las nuevas bases para la grandeza de América'. El documento ya está remitido a ambas cámaras, que pueden aceptarlo o rechazarlo, aunque cuentan con mayoría republicana.
En algunos datos recogidos por el 'Washington Post' se puede ver que el Instituto Nacional del Cáncer perdería casi un millón de dólares, mientras que los recursos del Instituto Nacional de la Salud pasaría de 34,6 a 26,9 millones de dólares (un 22% menos). Por su parte, el presupuesto de la Fundación Nacional de la Ciencia perdería un 11%, mientras que la organización que se encarga de las autorizaciones de medicamentos y análisis de alimentos perdería un 31% respecto a 2017.
La nueva administración no habría tenido escrúpulos tampoco en quitar el 30% del dinero a la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) o de cargarse de un plumazo los 262 millones de dólares para la Agencia Nacional de Observación Oceánica y Atmosférica.
A navajazos con el medio ambiente
Aún hay más datos que muestran una tendencia desoladora: el despacho de ciencia del Ministerio de Energía perdería el 16% de sus fondos y el dinero invertido en el de energías renovables y eficiencia energética caería un 69% si los planes de Trump siguen adelante con el beneplácito del Congreso.
El triunfo de los escépticos del clima, que han copado los puestos de responsabilidad, ha provocado no sólo este proyecto de presupuestos, sino también la eliminación de cualquier referencia al cambio climático en la web de la EPA desde enero de 2017. 'The New York Times' afirmó que la administración del magnate quiere integrar en el consejo de este organismo a representantes de las industrias a las que, en principio, están encargados de tutelar.
El Comité de Científicos Preocupados (nombre real) afirma que el proyecto es la “demolición de los fondos para la salud y medio ambiente”, con “una reducción de un 17% global de todos los fondos federales para la investigación”, lo que supone frenar el avance en “búsqueda de tratamientos para enfermedades, de tecnologías para nuevas fuentes de energía o un freno a las salud pública”. Por no hablar de la pérdida de puestos de trabajo en investigación.
Hasta septiembre de 2017 no se sabrá el resultado final, por lo que el apocalipsis anunciado con esta primera versión de las cuentas quizá acabe siendo menor, ya que no todos los republicanos están alineados con la forma de gobernar y las tesis de Trump.