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Fue desarrollada en los años 20 para niños con ataques epilépticos
La nueva moda de la meca de la tecnología es una dieta sin apenas carbohidratos y alta en grasas que, según algunos estudios recientes, puede afectar al rendimiento deportivo.
Silicon Valley es considerada por muchos como la meca de la innovación. De allí han salido muchas ideas brillantes, pero también barbaridades impropias de una mente racional, entre las que destacan especialmente las relacionadas con la alimentación. Primero fue la dieta del ayuno y el exceso de café, luego la locura del agua cruda y ahora lo que triunfa es la dieta ceto.
La dieta fue desarrollada originalmente en los años 20 para el tratamiento de niños con ataques epilépticos difíciles de tratar y estudios realizados en las últimas décadas indican que, efectivamente, este tipo de dietas bajas en carbohidratos pueden llegar a reducir de forma considerable los ataques en niños.
La dieta ceto o cetogénica es una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos, de los que se deben consumir menos de 50 gramos al día, lo que significa que no podrás comerte más de un plátano al día para no pasarte.
Aunque es cierto que este tipo de dieta ha demostrado cierta eficacia a corto plazo para combatir la obesidad y es utilizada por nutricionistas en algunos casos, también plantea algunas preocupaciones entre los especialistas, que no recomiendan su uso indiscriminado y sin supervisión.
¿Es segura?
Una de las mayores revisiones de estudios realizadas durante los últimos años y publicada en la revista de la Asociación Médica Americana, indicó que “no hay pruebas suficientes para hacer recomendaciones a favor o en contra del uso de este tipo de dietas bajas en carbohidratos”, especialmente si duran más de 90 días.
Al reducir drásticamente los carbohidratos, nuestro cuerpo genera lo que se conoce como cuerpos cetónicos. El mecanismo fisiológico que produciría la pérdida de peso no se conoce con exactitud, pero se cree que está relacionado de alguna manera con este proceso de cetogénesis.
Aún así, los autores de esta revisión aclaran que “la pérdida de peso de los participantes en dietas bajas en carbohidratos se asoció principalmente con una menor ingesta calórica y una mayor duración de la dieta, pero no con un contenido reducido de carbohidratos”.
Por otro lado, existen estudios que insisten en recordar que su seguridad a largo plazo no ha sido establecida y una de las preocupaciones de los especialistas es que la concentración de cuerpos cetónicos llegue a provocar acidosis.
Malos resultados en deportistas
Precisamente la posible acidosis es el tema central de un estudio reciente sobre el uso de este tipo de dieta por parte de deportistas y que ha sido publicado en el Journal of Sports Medicine. Según los autores de esta investigación, las dietas bajas en carbohidratos producen una acidosis subclínica que afecta de forma considerable al rendimiento deportivo.
Tras realizar un pequeño estudio con 16 individuos, los investigadores observaron que los atletas que consumían dietas ceto presentaban un rendimiento entre un 6% y un 7% peor en sus pruebas de alta velocidad que cuando consumían dietas ricas en carbohidratos y proteínas.
Las conclusiones de este equipo de especialistas es que “las dietas cetogénicas causan acidosis sistémica subclínica leve” y que esto provoca “una reducción a corto plazo del rendimiento físico”, “especialmente en actividades de corta duración y deportes de alta intensidad”.
No es el primer estudio en señalar el mal rendimiento de los atletas que utilizan este tipo de dieta. Otro estudio publicado el pasado año y realizado con marchadores de élite encontró que aquellos que seguían una dieta de ceto necesitaban más oxígeno durante sus carreras y su rendimiento se vio afectado.
Según los autores de esta investigación, “en contraste con el entrenamiento con dietas que proporcionan disponibilidad alta de carbohidratos, la adaptación a una dieta alta en grasas afecta al rendimiento en atletas de resistencia de élite”.
Aunque las dietas ceto no están explícitamente desaconsejadas e incluso son recomendadas por los especialistas en ciertos casos, no hay que olvidar que si queremos comenzar una dieta, lo mejor es ponernos en manos de un nutricionista y no conviene prestar atención a modas, aunque vengan de Silicon Valley.