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SUS GENES LAS PROTEGEN
Para averiguar el origen de este peculiar comportamiento, un equipo de investigadores chinos ha descifrado el mapa genético completo de la cucaracha americana, una de las especies más extendidas que puede llegar a medir hasta cinco centímetros de largo.
Según revelan en un estudio publicado en ‘Nature Communications’, estos fastidiosos insectos tienen más de 20.000 genes, lo que hace su código genético tan amplio como el humano.
Una vez secuenciado su ADN, los científicos analizaron los genes que ayudan a esta especie de cucaracha a sobrevivir en ambientes sucios.
Los investigadores han descubierto que algunas de estas unidades genéticas les permiten detectar el olor de la comida (sobre todo de alimentos fermentados), mientras que otras se encargan de mantener en forma el sistema de desintoxicación interno de las cucarachas, protegiéndoles ante la ingesta de algún tipo de compuesto tóxico para su organismo.
Por último, un grupo de genes mantiene su sistema inmune en perfectas condiciones para poder combatir las infecciones causadas por los gérmenes.
Todo este sistema de protección, junto con su altísima velocidad de apareamiento, hacen a las cucarachas especialmente resistentes a los entornos más inhóspitos. Los científicos aseguran que entender cómo funciona el ADN de estos insectos ayudará a desarrollar nuevos métodos para controlarlos.
En definitiva, los genes de estos insectos se encargan de mantener su sistema inmune en buenas condiciones y de eliminar rápidamente los posibles tóxicos que puedan ingerir en los sucios rincones donde habitan.