Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
ANFIBIOS AMENAZADOS
Un hongo descubierto en Europa y EEUU en 2013 se ha convertido en una seria amenaza para estos anfibios.
Un patógeno que se propaga con rapidez y que es capaz de adaptarse con facilidad a diferentes medios y soportar condiciones cambiantes puede resultar peligroso; pero si esto se une a que la población a la que infecta carece de defensas nos encontramos ante lo que los científicos llaman una “tormenta perfecta”. Y esto es exactamente lo que le está sucediendo a las salamandras en Europa, según un estudio publicado en la revista 'Nature'.
“Nuestro estudio demuestra cómo las características combinadas de la susceptibilidad del huésped, la virulencia del patógeno y la persistencia ambiental crean una 'tormenta perfecta' con alta probabilidad de exterminar rápidamente poblaciones de salamandras altamente susceptibles en toda Europa”, explican los autores de esta investigación.
La culpa de esta situación la tiene la reciente aparición del hongo 'Batrachochytrium salamandrivorans' en nuestro continente, lo que ha hecho saltar las alarmas de los científicos. Durante las últimas dos décadas se ha observado la aparición de nuevas enfermedades fúngicas que afectan globalmente a la biodiversidad, lo que puede provocar la extinción de algunas especies animales y vegetales.
En este caso, este hongo descubierto en 2013 representa “un excelente ejemplo de una enfermedad infecciosa emergente que se ha convertido en una amenaza en Europa”, explican los autores de la investigación, ya que “provoca una disminución masiva de las poblaciones de salamandras y representa una amenaza sin precedentes para la diversidad de anfibios occidentales”.
Los científicos han llegado a esta conclusión tras estudiar a una población belga de salamandras comunes (Salamandra salamandra) durante los años posteriores a la aparición de los primeros signos de infección. “Inmediatamente después del descubrimiento de los primeros signos de enfermedad en una población de salamandras en Robertville comenzamos a monitorear continuamente la infección, la enfermedad y la población de acogida durante dos años”, explican los investigadores.
Al hacerlo, los científicos confirmaron que “la llegada de este hongo provocaba el rápido colapso de la población sin ningún signo de recuperación”.
El patógeno identificado por los investigadores se transmite a través de esporas móviles e inmóviles muy resistentes a diferentes entornos y capaces de propagarse con rapidez por medio de otras especies de anfibios que no son susceptibles a la infección. “El hongo conserva su virulencia no sólo en agua y suelo, sino también en anuros [ranas y sapos] y especies urodelanas [anfibios] menos susceptibles, que funcionan como depósitos de infección”, explican.
Salamandras sin defensas
Sin embargo, además de la facilidad en la propagación del hongo, está el hecho de que las salamandras comunes carecen de defensas contra este hongo. En una serie de experimentos, los investigadores analizaron la reacción de las salamandras al patógeno y confirmaron la gravedad de la situación. “Demostramos que el resultado de la enfermedad en esta especie es independiente de la dosis y la temperatura y que los animales infectados no poseen ninguna respuesta inmune protectora”.
Además, los científicos aclaran que, “contrariamente a la teoría de que la exposición no letal al patógeno podría proporcionar oportunidades para generar una respuesta inmune protectora, este experimento confirmó que la resistencia contra la infección no aumentó”. De hecho, las pocas salamandras que aún estaban presentes en el lugar del brote después de dos años seguían siendo altamente susceptibles a la infección, mostrando una tasa de mortalidad del 100% después de la exposición.
Los investigadores aseguran que esta incapacidad de las salamandras comunes para generar una resistencia contra la infección, que “excluye la vacunación como medida de mitigación para las especies susceptibles”, podría darse también en otras especies de salamandras.
Dada la gravedad de la situación, los autores del estudio piden la implementación de un sistema de alerta temprana a escala europea para vigilar sus movimientos y un plan de acción de emergencia que priorice la conservación de tritones y salamandras en situación de riesgo fuera de sus hábitats naturales.