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UN NUEVO ESTUDIO DESVELA QUE DISFRUTABA DE 14 A 22 GRADOS HACE 40 MILLONES DE AÑOS
La temperatura de nuestro pasado nos puede alertar de cómo será el clima que tendremos que soportar en las próximas décadas. Un nuevo estudio liderado por la Universidad de Yale así lo constata.
Este equipo de científicos estima que el clima de ciertas zonas de la Antártida alcanzó una horquilla de entre 14 o 22 grados centígrados durante el Eoceno. Este tiempo primaveral se debía a las altas concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera.
Así, el Polo Sur, una de las zonas más frías del planeta hoy -93 grados bajo cero en ciertos puntos-, contaba hace 40 o 50 millones de años con la misma climatología que actualmente tienen las playas de Florida o California.
“Pero no siempre fue así, y las nuevas medidas de temperatura pueden ayudar a mejorar los modelos climáticos utilizados para predecir el clima futuro, según afirma Hagit Affek, profesor de Geología y Geofísica de la Universidad de Yale.
"La cuantificación de las temperaturas del pasado nos ayuda a entender la sensibilidad del clima frente al efecto invernadero y, en especial, la amplificación del calentamiento global en las regiones polares", añade Affek.
Los científicos lograron cuantificar la temperatura pasada de la Antártida mediante nuevas técnicas sobre concentraciones de isótopos en conchas fósiles.
La investigación no ha hecho más que corroborar con datos lo que los paleogeógrafos ya describieron para la Antártida. En el Polo Sur, hace unos 40 millones de años, existía la primavera.
No en vano, las temperaturas se suavizaban en los polos hasta donde llegaban incluso los bosques templados, hoy muy comunes en los ecosistemas del mar Mediterráneo.
Luego, aconteció el cambio climático más rápido de la Historia, con subidas de temperatura de hasta siete grados por el elevado grado de CO2 en la atmósfera, y todo cambió hasta causar una extinción masiva de fauna y flora.