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con aspecto de dinosaurios
La víctima fue Marvin Hajos, uno hombre de 75 años que crió al animal en su granja, junto con otras aves exóticas. El pasado viernes el casuario atacó a Hajos por motivos que aún se desconocen, provocándole graves heridas que terminaron causándole la muerte.
Precisamente el alimentar a estos animales es algo que los especialistas desaconsejan. Aunque existen pocos ataques registrados, un estudio publicado en 1999 mostró que el 75% de los mismos eran debidos a casuarios que habían sido alimentados por personas.
Según advirtieron los investigadores, “la alimentación de los casuarios parece cambiar su comportamiento natural, haciéndolos audaces y agresivos”. En estas condiciones y aunque “los casuarios no deben considerarse peligrosos, pueden causar lesiones graves”.
Por este motivo, la Comisión de Pesca y Vida Silvestre de EEUU los ha clasificado en el grupo de animales que pueden suponer un riesgo para los seres humanos y requiere un permiso especial para tenerlos en cautividad.
Los 150 ataques registrados en el estudio se produjeron en la región de Queensland, Australia, y la mayoría de ellos consistieron en embestidas y, en algunos casos, patadas. Solo siete ataques resultaron en lesiones graves y en el único ataque mortal, la víctima estaba tratando de matar al casuario.
Las patadas son la acción más peligrosa durante el ataque de estos animales, ya que poseen tres dedos con garras afiladas, especialmente la del dedo medio, que tiene una longitud de aproximadamente 12 centímetros.
De la familia de los avestruces y los kiwis
Los casuarios son aves que se encuentran en los bosques tropicales de Australia, Papua Nueva Guinea e Indonesia y rara vez interactúan con el ser humano, por lo que no ha sido una especie bien estudiada en su estado natural.
El animal fue identificado por primera vez a mediados del siglo XVIII y fue clasificado en el mismo grupo que el avestruz, el emú, el ñandú y el kiwi.
Las hembras son más grandes y de colores más brillantes que los machos y tienen una altura que puede alcanzar los dos metros y pesar hasta más de 75 kg, lo que la convierte en la tercera ave más alta del plantea, por detrás del avestruz y el emú, y la segunda más pesada.
Al igual que los emúes y los avestruces, los casuarios son buenos corredores y pueden alcanzar los 50 km por hora a través de la selva y saltar hasta 1,5 m. Además, también son buenos nadadores y se les ha visto cruzando ríos e incluso nadando en el mar.
Un extraño cuerno
Otra de las partes más claramente identificables de estos animales es un cuerno que sobresale de su cabeza y que crece con la edad. Esta estructura está compuesta de queratina, al igual que los cuernos de otros animales o las uñas, pero aún no existe consenso científico sobre su utilidad.
Varios estudios plantean que esta estructura ha evolucionado por selección sexual o que sirve como receptor acústico, aunque uno de los estudios más recientes, publicado en Scientific Reports el pasado mes de febrero, asegura que sirve para regular la temperatura corporal.
Incluso hay estudios que han planteado la posibilidad de que lo usen a modo de casco protector, dado que, en ocasiones, estos animales golpean árboles con la cabeza para hacer caer la fruta, que es su alimento principal.