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LOS NARCISOS Y LA SALVIA, DE LAS ESPECIES MÁS VALORADAS

Bancos de semillas: guardando las plantas que nuestros abuelos usaron para curarse

Antes de la fabricación química de medicamentos los humanos aliviábamos nuestras dolencias con plantas. Con ese espíritu, y con la intención de preservar un entorno natural amenazado, nacen bancos de semillas como el de Torretes, especializado en plantas medicinales. De hecho, algunos medicamentos actuales usan principios activos extraídos de plantas como estas.

Segundo Ríos, del banco de semillas de Torretes Antena3Noticias.com

Segundo Ríos trabaja como investigador en la estación biológica de Torretes (Alicante). Este botánico es miembro del equipo que creó en esta provincia el primer banco de semillas para uso medicinal de España en 2008, una labor “muy importante para que no se pierdan especies silvestres que pueden servir para nuevos tratamientos contra el Alzheimer o el cáncer”, asegura. La colección hoy aglutina más de mil especies, entre las que destacan los narcisos, endémicos de la península ibérica y en los que Portugal y España “tienen mucho que decir” en la cura de enfermedades.

¿Qué tipo de especies guardan en el banco de semillas de Torretes?

Es la colección donde guardamos las especies más relevantes para que se conserven a largo plazo, muchas plantas que se cultivaban en las casas para hacer infusiones cuando los niños tenían fiebre, o los abuelos dolencias, o las mujeres la menstruación. Es un elenco de plantas que se cultivaban porque en ese momento la medicina no cubría las zonas rurales y de montaña, y que están despareciendo.  Nosotros mantenemos la planta viva siempre que se pueda y también las semillas (congeladas), una forma de preservarlas para que no desaparezcan.

¿Por qué han desparecido?

Por los cambios en el medio rural, el abandono del campo, y las mejoras en el sistema de salud. El problema es que parte de estas plantas forman parte de un conocimiento tradicional y es valioso, pero lógicamente las personas mayores muchas veces no quieren contarlo, otras veces son sus nietos o hijos a los que no interesa, y son interesantes porque forman parte de nuestra tradición pero también porque pueden volver  a ponerse en uso para el futuro, para las mismas cosas  o para cosas diferentes. Esa diversidad es muy importante que se conserve.

Muchas especies son silvestres. En España hay una red muy asentada, podemos estar seguros de que se van a mantener, pero las que han sido modificadas es más complicado porque desaparecen en el momento en el que el huerto o la casa que había desaparece con las personas que los cuidaban, por ello hay una mayor urgencia de conservación. En España hay muchos bancos de semillas, pero nosotros nos dedicamos exclusivamente a las plantas medicinales. Esa es nuestra fuerza, aunque aún somos una institución joven, llevamos 10 años. Es un trabajo constante y muy largo.

¿Cuáles son las especies de este banco más relevantes para la medicina?

El género salvia y el narciso. Son importantes porque el narciso es dentro de la familia botánica el que peor estudiado está, además es una deuda histórica de España y Portugal. Desde el siglo XV y XVI, tanto holandeses como británicos desarrollaron a partir de este grupo de plantas de la península ibérica una industria de plantas ornamentales, pero a nosotros nos cuesta comprender que son nuestras, que las tenemos en nuestros montes y debemos cuidarlas y protegerlas.

Las salvias tienen una distribución mundial, solo Australia carece de este género y todas ellas tienen un uso medicinal, para dolencias como el Alzheimer y otros usos por su contenido en aceites esenciales. Además tenemos colecciones de otras aromáticas como el tomillo, con alto contenido en antioxidantes. En el norte de Alicante, sur de Valencia y Albacete es una planta muy conocida, y tiene un potencial elevadísimo como complemento alimenticio. Estamos buscando colaboraciones en algunas empresas de la zona con interés por la planta.

Sus semillas son bastante difíciles de conservar y a partir de ahí nos queda la parte analítica, mediante colaboraciones con distintas universidades. Murcia y Londres son nuestros principales socios para profundizar en el valor de estas plantas sobre sus principios activos. Hay otras muchas que no forman grupo pero sí están en nuestra colección, como el boldo, la melisa, la hierba luisa, el elenco de plantas que forman parte de los principales preparados de fitoterapia, y que se pueden visitar, que es lo importante.

¿Cuántas especies conservan?

Tenemos una colección viva de 222 especies medicinales, más de 100 de salvias, en total una colección en torno a las 1.000 especies. Hacemos especial hincapié en los narcisos, porque muchas de las especies tienen una presencia tan reducida que no podemos asegurar a ciencia cierta que se vayan a conservar aunque estén en ese ámbito. Es muy urgente hacer acopio de semillas y de material vegetativo.

¿Cuáles son las cualidades medicinales de salvias y narcisos?

Los narcisos contienen alcaloides, y algunos de ellos se han utilizado para mitigar el Alzheimer y otros procesos de demencia, tienen una relación bastante clara con afecciones del sistema nervioso. También se comportan bastante bien como anticancerígenos, pero aún no hay medicamentos a disposición de las farmacias. Lo bueno es que es un grupo que tenemos en exclusiva, hay investigación hecha pero aún queda mucho por hacer.

La salvia, en el Mediterráneo se ha usado para dolores de tipo menstrual, muscular, afecciones bronquiales, tienen una utilizad muy extensa. Otro grupo de salvias se utiliza en la medicina china, y algunas son de origen centroamericano y participan de otras tradiciones medicinales diferentes. Nosotros no podemos cultivarlas todas, muchas son tropicales, pero sí las que son capaces de aguantar el periodo invernal e iniciar nuevas líneas de investigación con cada una de estas especies.

¿La industria farmacéutica se interesa por estas especies para desarrollar nuevos tratamientos?

La fitoterapia moderna utiliza los extractos de plantas, pero con una dosificación y un control habitual en todo compuesto farmacéutico. Acuden a nuevas plantas pero sobre todo rescatan plantas y fórmulas que ya estaban vigentes antiguamente. Hay facultativos que prefieren solo los medicamentos de síntesis, y otros que están utilizando ambos tipos. Para afecciones crónicas, la fitoterapia está dando muchos resultados.

¿Ya hay tratamientos para el Alzheimer a partir de estas plantas?

Sí, el medicamento Reminyl, que utiliza un principio activo de la galantamina, que se extrae de la familia de los narcisos, ya está en el mercado. De la salvia hay ensayos pero aún ningún medicamento.

¿Cómo recuperan estas plantas silvestres?

En parte a través de entrevistas etnobotánicas, principalmente en el arco mediterráneo, en Alicante, Valencia y alrededores, también en Baleares, Cataluña, Aragón y Murcia. También a través de intercambio y compra de colecciones privadas que hay por distintos países, o de estudiantes que nos mandan plantas, aficionados. Tenemos una red bastante amplia.

¿Ha crecido el interés por este tipo de tratamientos?

Así es, pero no es exclusivo de España, está sucediendo en toda Europa, se está gastando mucho dinero en medicina de fitoterapia, muchos pacientes la prefieren por razones económicas o de confianza, o porque en un tratamiento de largo plazo declinan utilizar medicamentos de síntesis. La medicina tradicional o clásica que se utiliza desde hace miles de años tiene la misma presentación que la de cualquier otro medicamento, sólo que procede de extractos naturales de la propia planta.

¿A qué lo atribuye?

Hay una vuelta hacia todo lo tradicional, y este aspecto es uno más, aunque no de la misma forma que hacían nuestros mayores, el conocimiento tradicional se ha perdido, ninguno somos capaces de utilizar la plantas porque no tenemos conocimientos para ello, pero los facultativos sí, y con la  seguridad de que tienen un control farmacéutico.