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NADIE ES INMUNE AL MALESTAR DEL DÍA DESPUÉS, SEGÚN UN ESTUDIO
Son las conclusiones a las que ha llegado el equipo de investigadores después de entrevistar a grupos de estudiantes holandeses y canadienses sobre sus hábitos a la hora de beber alcohol.
En un primer grupo, preguntaron a los 789 estudiantes canadienses sobre las borracheras que habían tenido el mes anterior, el tipo de alcohol, la cantidad y la gravedad de su resaca. El 79% que afirmó que no habían sufrido malestar el día después fue porque su consumo fue moderado, con apenas un 0,10% de alcohol en sangre.
"Encontramos una relación bastante directa; cuanto más se bebe, más probabilidades de resaca. La mayoría que no la padecía era porque tendía a beber menos”, explica en un comunicado Joris Verster, responsable del estudio en la Universidad de Utrecht (Holanda).
En otro grupo de control, los investigadores estudiaron si comer o beber agua durante la borrachera hacia que se fuera más o menos propensos a experimentar la temida resaca.
De los 826 estudiantes holandeses encuestados, mucho más de la mitad confesó que habían comido o ingerido agua después de estar borrachos. Sin embargo, cuando se les pidió que calificaran su resaca en una escala desde nula a extrema, sus respuestas no fueron muy diferentes del otro grupo de estudio.
“La única forma práctica de evitar una resaca es consumir menos alcohol. Ni comer ni beber agua te hace inmune”, agrega Verster.
Porque, como recuerda este estudio presentado en la conferencia ECNP en Ámsterdam, si una persona no sufre dolor de cabeza, y malestar, a la mañana siguiente, es más propensa a seguir bebiendo, con las inevitables consecuencias.