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UNA MINA DE ORO SE ESCONDE EN ELLAS
El agua sucia del lavavajillas o la lavadora, las aguas residuales de los cuartos de baño, el agua con detergente de los túneles de lavado... Todos estos residuos son tratados convenientemente en plantas especializadas para evitar su vertido directo, incluyendo los residuos sólidos, a la naturaleza. Después del proceso la parte líquida es liberada en el medio ambiente.
Lo que comúnmente conocemos como desaguar no es algo tan sencillo como parece, ya que en las depuradoras quedan multitud de residuos en forma de lodos, que se suelen incinerar en vertederos e incluso compostarlos con el objeto de hacer fertilizantes para tierras de cultivo. Esta última solución no está exenta de problemas, no solamente por el nitrógeno y fósforo que pueden contener, también por los metales tóxicos que pueden dañar los ecosistemas. El 60% de los lodos generados en Estados Unidos ya se utiliza en campos y bosques como fertilizante.
Sin embargo, lo que podría ser visto como algo negativo podría esconder un tesoro más valioso de lo que pensamos ¿Y si en esos lodazales viscosos y asquerosos se escondieran metales que valen su peso en oro? Esta es la pregunta que se ha hecho un equipo de la Universidad de Arizona en un estudio publicado en 'Environmental Science & Technology', que piensan que hay que ver estos incómodos residuos no como algo a eliminar, sino como algo a explotar para obtener beneficios económicos.
Para ello han hecho la investigación más grande jamás realizada sobre restos metálicos de depuradoras, estudiando los desechos de casi un centenar de plantas de tratamiento en 32 estados y en Washington DC para configurar un mapa lo más amplio posible de la contaminación en EEUU. Por otra parte, aplicaron un "tratamiento de choque" en los residuos de dos plantas de Arizona, con el objeto de eliminar lo superfluo y mantener los restos metálicos para su análisis.
Los resultados son espectaculares: en los metales generados en un año en una ciudad de un millón de habitantes habría metales por valor de 11,5 millones de euros, nada más y nada menos. En España a Valencia le faltan 200.000 personas para llegar a esa cifra, pero si adaptamos la cifra a su población serían unos 9,2 millones de euros lo generado en el inframundo subterráneo de las alcantarillas
El 20% de esta cantidad procede de restos de oro y plata, ya que por cada tonelada de lodo hay 16,7 gramos de plata y 0,3 gramos de oro, según los análisis químicos del equipo científico norteamericano.
De todas formas los investigadores afirman que muchos elementos son difíciles de explotar económicamente, pese a lo cual la cifra aún seguiría siendo suculenta, sobre todo teniendo en cuenta los residuos que se generan por parte de muchas industrias.
El siguiente paso es comprobar que el proceso de recuperación sea técnica y económicamente viable y rentable, según asegura el director de la investigación a 'Science Magazine'. El primer paso, la comprobación de que no se tiene un pasivo en esos lodos sino un recurso a explotar, ya se ha dado en firme. Ahora queda fijarse en ese tesoro subterráneo.