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EN LA COSTA AUSTRALIANA
El océano puede parecer un lugar tranquilo y libre de ruidos, pero prestando atención se puede escuchar un coro de peces cantando. No tan idílico como Sebastián llevando el timón en 'La sirenita', pero sí se pueden identificar a peces solistas repitiendo sus llamadas continuamente, y a otro grupo que solapan las suyas formando una especie de coro.
¿No te crees que los peces canten al amanecer en el océano al igual que las aves lo hacen en la tierra? Pues al menos siete coros han sido identificados por investigadores de las universidades de Exeter y Curtin en Perth en Australia, con variaciones que van, según sus calificativos, de “cantos de sirena” a “gruñidos ruidosos”.
Con un par de grabadoras de alta calidad y precisión que fueron situando en distintos puntos de la costa los científicos monitorizaron el océano continuamente durante 18 meses. Registraron los coros que tienen lugar a lo largo del día, especialmente al amanecer y al atardecer, y sobre todo a principios de primavera y final de verano.
Los investigadores, que han publicado sus conclusiones en la revista 'Bioacoustics' hallaron que esta huella sonora submarina procedía en buena parte a través de llamadas de peces solitarios, pero también constataron la creación de coros cuando muchos de estos sonidos se superponían.
Cada uno de los siete grupos de peces emitían sonidos diferentes, pero en todos observaron patrones distintos asociados con el alba y el ocaso. Según recoge el estudio, “las grabaciones se registraron en días distintos, pero hubo 80 días en el que más de un coro estuvo presente en el mismo sitio”.
En la siguiente infografía se pueden apreciar los picos del atadecer ('sunset').
El sonido juega un papel importante en el comportamiento y la vida de los peces, en etapas como el desove, la alimentación, las disputas territoriales o la sensación de angustia, por lo que el análisis de sus peculiares cánticos pueden proporcionar un mejor conocimiento de sus condiciones, pudiendo llegar a supervisar la fauna marina a distancia en algunos casos.
A pesar de tantas horas de grabación, como el sonido puede viajar durante cientos de metros debajo del agua, los investigadores no han podido identificar la fuente exacta de cada canción, por lo que queda un camino largo y complejo en la investigación acústica submarina.
Lo que si ha quedado claro es que no suena a música celestial como la de los pájaros cantores. Aunque no puedan formar un 'dream team' de tenores quizá sí que puedan montar una banda de punk o 'garage'.