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VIDEOBLOG CIENCIAXPLORA | AURORA FERRER
Pero el dramatismo no queda ahí. Las enzimas de su saliva digieren de forma parcial los tejidos internos de la presa, que luego la chinche absorbe como si fuese un margarita. Cuando está en reposo, y haciendo gala de su carácter de matona, aloja su 'daga' en un surco ubicado en sus patas anteriores, lo que recuerda a un asesino cuando enfunda su arma.
Se las conoce también como insectos besadores, ya que acostumbran a picar al ser humano durante la noche en tejidos blandos como labios o párpados. Su picadura es muy dolorosa y puede causar graves reacciones alérgicas. También hacen algún bien por nosotros, ya que se alimentan de insectos como las cucarachas evitando con ello la formación de plagas.