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EL EFECTO TERRIBLE DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Los osos polares ya nos dieron un aviso hace años de los brutales efectos del cambio climático en el derretimiento del hielo del Ártico, que provoca que muchos mueran de hambre. Ahora llega el turno de las morsas
Las recientes imágenes de las enormes cantidades de morsas varadas en la costa noroeste de Alaska, difundidas por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), son otro toque de atención más de la disminución del hielo y el aumento de las temperaturas oceánicas.
Estos animales, en lugar de descansar en las rocas y bloques helados del Ártico están cambiando sus hábitos y aglomerándose en la costa de Alaska para intentar descansar, sobre todo las madres con sus crías.
Las consecuencias de esta masificación pueden ser mortales, sobre todos para las más pequeñas, que son más susceptibles a estampidas. Una morsa adulta puede pesar hasta dos toneladas.
El 17 de septiembre el hielo marino del Ártico alcanzó su mínimo anual, siendo la sexta medición más baja desde 1979, fecha desde la cual se tienen registros en el el Centro Nacional para la Nieve y el Hielo (NSIDC).