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ENVIADO ESPECIAL: SEXTO CONTINENTE
Las islas de basura continúan creciendo sin que nadie pueda pararlas. Una de ellas es la que ha visitado el periodista Jalis de la Serna para su nuevo programa Enviado Especial. En pleno lugar paradisíaco, en las islas Maldivas, han creado una una isla artificial para verter los residuos que generan los turistas y sus habitantes. Ya tiene dos décadas de vida, y ahora se empieza a desbordar. ¿Habrá solución?
En la otra parte del planeta, una nueva investigación publicada en la revista Nature ha sacado a la luz que la isla de basura ubicada en el Océano Pacífico está creciendo a un ritmo inusualmente rápido, y ya alcanza el tamaño de tres veces la superficie de Francia.
Los plásticos son uno de los mayores problemas al que se enfrentan los océanos y la diversidad que los habitan y, en algunos casos, estos deshechos tienden a acumularse debido a las corrientes marinas.
Así ocurre en el espacio que hay entre Hawái y California. Una inmensa isla de plásticos lleva creciendo desde hace varias décadas, pero ahora una nueva investigación ha determinado que la cantidad de plásticos que se encuentran a la deriva en esa zona es 16 veces superior a lo que se tenía pensado.
Tal es así, que la superficie que ocupan todos estos plásticos ya es la misma que tres veces Francia, y no parece tener visos de mejorar. Las corrientes rotativas y los vientos imperantes en esa zona geográfica provocan que se acumulen grandes cantidades de plásticos, pero también algas y plancton.
Las causas de este aumento
En primer lugar, parece claro que la mano del hombre está detrás de este gran aumento en la superficie y el volumen de plásticos y microplásticos allí presentes. En el estudio alertan de que es necesario comenzar a concienciar a la población de que este es un problema real y muy pronto va a tener implicaciones directas para los habitantes de las zonas costeras más próximas a la isla de plásticos.
En segundo lugar, el estudio también indica que, al menos el 20% del incremento de esta superficie, puede ser debido a la gran cantidad de plásticos y deshechos que arrojó al mar el gran terremoto de Japón del año 2011 y que, debido a las corrientes marinas, han acabado en esa zona del Pacífico.
Por último, la actividad pesquera también tiene una gran parte de culpa en todo este asunto, toda vez que el 46% de los plásticos que se analizaron eran fragmentos de redes de pesca.
Además, como dato curioso, entre los objetos que se recogieron había algunos que databan del año 1977 y de la década de los 80, lo que da muestra de lo complicado, por no decir imposible, que es que los plásticos se deshagan en el mar.