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DESDE TIEMPOS REMOTOS
Una investigación muestra que en la mayoría de los mamíferos sucede igual que con las madres humanas: prefieren colocar a sus retoños en el lado izquierdo.
Las madres suelen llevar a sus bebés a la izquierda. Es más, no sólo pasa con las madres humanas, sino también con las de los mamíferos en general. El motivo: el hemisferio derecho del bebé es fundamental en el intercambio de estímulos e información con su madre, debido a que ellas tienen un profundo sesgo hacia su sujeción en su lado izquierdo.
Según un estudio publicado en 'Biology Letters', el sesgo en la manera de acunar está más extendido de lo que parece. Es lo que concluyen los investigadores después de haber estado analizando este fenómeno en dos especies tan diferentes como las morsas del Pacífico y las zorras voladoras de la India.
En humanos está más que constatado que, cuando las madres acunan a un bebé enfrente de ellas, ambos se posicionan para mantener al otro en el campo visual izquierdo. Según se sabe, es una posición que ayuda a la comunicación porque esta zona de visión es procesada por el hemisferio derecho, que es el que controla muchos aspectos del comportamiento social.
Las primates, incluidas las humanas, también prefieren tener a sus retoños a la izquierda. También sucede en muchos mamíferos que nacen con movilidad, como renos, ovejas o canguros, que prefieren abordar a la madre por la parte izquierda, según estudios anteriores citados en la nueva investigación.
En el caso concreto de este nuevo estudio han analizado, se ha observado cómo interactúan 73 morsas y 266 zorras voladoras, que pasan mucho tiempo junto a sus crías, sobre todo en las carantoñas y cuidados que se hacen cara a cara.
Cuando descansan y se miran lo más probable es que morsa madre y cría se mantengan mutuamente en sus campos visuales izquierdos la mayor parte de tiempo. En el caso de las zorras también sucede de esa forma, tanto en estado de reposo como cuando se dan lametones.
Los autores de la investigación señalan que seguramente este comportamiento sea beneficioso para ambos. “La parte izquierda es mucho más expresiva para la cría y, por otro lado, para la madre es más eficiente procesar el estado del bebé”, sostienen. Añaden, además, a un rasgo evolutivo muy antiguo, como una posible forma de controlar mejor las posibles amenazas externas.