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UNA INVESTIGACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE MÁLAGA
Galeus atlanticus es una especie de tiburón que habita en el océano Atlántico, desde el estrecho de Gibraltar hasta el cabo de Gata. En las últimas semanas, su nombre ya no se escucha solamente en algunos laboratorios, y el pequeño animal ha dado su peculiar salto a la fama. La causa: un equipo de investigadores malagueños ha encontrado un embrión de Galeus atlanticus con dos cabezas.
Si la película Tiburón te aterrorizaba cuando eras pequeño, es posible que no te guste nada la idea de encontrarte a uno de estos mientras te das un baño en la playa, pero no hay motivo para preocuparse: hasta ahora los casos de bicefalia en tiburones solo se han encontrado en la fase de embrión, y además es bastante improbable que los individuos con esta anomalía lleguen a completar su desarrollo y a vivir en fases posteriores.
Los investigadores, del Departamento de Biología Animal y del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Málaga, estaban revisando 797 embriones obtenidos de hembras de tiburón grávidas que fueron capturadas en campañas pesqueras entre 2005 y 2011 en el golfo de Vera y el mar de Alborán. Su objetivo inicial era recoger datos para hacer un estudio del desarrollo cardiovascular de los embriones, y por ello habían mantenido los huevos en acuarios con todas las condiciones perfectamente controladas.
De esta forma se evita que una contaminación o cualquier alteración de lo que sucede en condiciones naturales provoquen algún efecto congénito que cree confusión en el estudio. Debido a ello, los científicos están convencidos de que esta extraña anomalía se debe a motivos genéticos: si fuera por una causa ambiental hubieran encontrado más embriones bicéfalos.
El hallazgo ha sido publicado en la revista científica Journal of Fish Biology, y en él se describen con todo detalle las características del ejemplar: “Cada cabeza tenía una boca, dos ojos, un cerebro, un notocordio y cinco aberturas de branquias en cada lado. Las cabezas estaban fundidas detrás de las branquias”… “Había dos corazones, dos esófagos, dos estómagos, dos hígados, pero un solo intestino”.
No es el primer caso: hasta ahora se tienen registros de siete embriones de escualo bicéfalos, y hasta se conoce un ejemplo de diprosopia: dos caras en una sola cabeza. Lo interesante de este hallazgo, según explican los científicos, es que se trata del primer caso descrito en una especie de tiburón ovípara, es decir, que deposita sus huevos en el medio externo.