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EL MACACO QUE PEDÍA MATRIMONIO
Un estudio ha revelado que la fisiología de los macacos les permitiría hablar… si tuviesen algo que decir.
En la saga fílmica 'El planeta de los simios' los monos desarrollan asombrosas capacidades intelectuales. Empiezan organizándose para conquistar su libertad, y luego las circunstancias les llevan a entra en guerra con nosotros (y a ganarla, de hecho). En las versiones modernas de esas películas las alteraciones de los simios no son físicas: siguen caminando como monos, trepando como monos y luchando como monos. Algunos, sin embargo, desarrollan la capacidad de habla. Esto puede resultar inconsistente a los más tiquismiquis: si no hay cambio físico, ¿por qué son capaces de articular palabras?
Bien, pues ahora podemos decir que 'El planeta de los simios' es uno de esos casos en que la ficción se adelantó al descubrimiento científico. Según un estudio publicado hace poco en la revista 'Sciencie Advances', lo que la cinta plantea es perfectamente posible. No la parte en la que los monos se rebelan y nos subyugan, claro. La otra. Esa en la que un mono con un cerebro desarrollado se pone a hablar.
Porque según este estudio, titulado 'Monkey vocal tracts are speech-ready', el aparato fonador de los macacos está capacitado para el habla. El problema es que es su cerebro el que no da para ello. Podríamos decir, por tanto, que los monos no hablan porque (literalmente) no tienen nada que decir.
Los científicos han grabado la cabeza y garganta de varios monos con cámaras de rayos X. Les hacían gruñir, gritar, masticar y tragar. Partiendo de estos vídeos han estudiado la manera en que mueven los distintos elementos que toman parte en el habla, como la lengua, los labios o la laringe. Los datos obtenidos han sido luego procesados por el Laboratorio de Inteligencia Artificial VUB de Bélgica, y con ellos han creado un modelo capaz de simular el habla de un macaco (el guionista de 'El planeta de los simios' no diría "simular" sino "predecir").
¿Quiere saber cómo sonaría un mono pidiendo matrimonio? Según los autores del estudio, sería algo así:
Por si no lo ha captado, lo que dice el romántico macaco es: "Will you marry me?"
Este descubrimiento es relevante porque nos da una nueva pista sobre nuestra propia evolución. Una de las grandes preguntas aún sin respuesta es precisamente ¿cómo nació el habla?
Cada vez resulta más evidente que la clave, como tantas otras, reside en nuestro cerebro. Confiemos en que la ciencia aclare este misterio antes de que los monos se rebelen y Charlton Heston se encuentre con el pastel.