Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
LA INFLUENCIA DEL HOMBRE
Los murciélagos son conocidos por su capacidad para navegar a través de áreas plagadas de obstáculos en la oscuridad. Lo hacen gracias a que emiten sonidos cuyo eco les ayuda a orientarse e identificar la posición de los obstáculos. Sin embargo tienen un punto débil: las superficies planas y verticales son puntos ciegos para ellos.
“Hemos observado que los murciélagos pueden confundir superficies lisas y verticales como si fueran zonas sin obstáculos”, explican los autores de un estudio que ha sido publicado en la revista 'Science'. Según estos investigadores, los murciélagos “chocan repetidamente con estas superficies, probablemente como resultado de sus propiedades de espejo acústico”.
Aunque los murciélagos tienen una buena visión, para volar y orientarse en la oscuridad, dependen en gran medida de una habilidad que se denomina ecolocalización. Este método consiste en emitir sonidos de alta frecuencia y utilizar los ecos de retorno para detectar, clasificar y localizar objetos y así poder esquivarlos.
Sin embargo, un equipo de investigadores del Instituto Max Planck de Ornitología en Alemania observó que estos mamíferos suelen chocar con superficies lisas verticales, como ventanas de cristal, como si tuvieran problemas para reconocerlos.
Para explorar este tema con mayor detalle, el investigador Stefan Greif y sus colaboradores realizaron una serie de experimentos con un grupo de murciélagos ratoneros grandes (Myotis myotis), una de las especies más comunes de Europa.
Los investigadores estudiaron a los mamíferos mientras atravesaban un túnel rectangular a oscuras, dentro del cual colocaron una placa de metal, en ocasiones en vertical y en otras horizontalmente. En los hábitats naturales, las superficies verticales lisas son raras, pero los murciélagos sí se suelen encontrar con superficies lisas y horizontales en forma de agua.
Los resultados de este experimento mostraron las dificultades de los murciélagos para detectar estas superficies lisas verticales, ya que de 21 ejemplares 19 chocaron con la placa vertical al menos una vez, pero nunca con la placa horizontal.
Además, observaron que la probabilidad de colisión aumentaba cuando los murciélagos producían menos sonidos, pasaban menos tiempo delante de la placa o se acercaban a ella en un ángulo más agudo.
Tras obtener estos resultados, los investigadores realizaron varios experimentos de campo al aire libre con otras tres especies diferentes de murciélagos y obtuvieron resultados similares.
Los autores del estudio aseguran que aunque durante los experimentos “ningún murciélago resultó herido, en entornos naturales la velocidad de vuelo suele ser más alta, ocasionando lesiones graves, como conmociones cerebrales o fracturas de alas o mandíbulas”, lo que explicaría por qué a menudo se encuentran murciélagos heridos o muertos cerca de edificios.
En el estudio, los científicos subrayan el impacto negativo del desarrollo humano en la vida silvestre, por lo que piden se eviten las superficies lisas y verticales en zonas migratorias o áreas con colonias de murciélagos y recomiendan la implementación de “elementos de mitigación, como sistemas de disuasión ultrasónicos, alrededor de las estructuras humanas”.