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EL CAMBIO CLIMÁTICO INFLUYE
En el tráiler de ‘Buscando a Dory’, la secuela de la exitosa película de Pixar que podremos disfrutar dentro de unos días en la gran pantalla, aparecen de nuevo los entrañables Nemo y su padre, Marlin, durmiendo juntos en una anémona. Ahora bien, ¿es este comportamiento normal en los peces payaso? ¿Suelen compartir vivienda en la realidad?
Un grupo de investigadores de la Universidad de Tecnología de Sídney han estudiado los hábitos de estos animales acuáticos en el conocido como Triángulo de Coral y han descubierto que están dispuestos a compartir sus anémonas en tiempos difíciles para el océano. El calentamiento global está provocando la decoloración de los corales y hasta nuestro protector solar contribuye a la disminución de los arrecifes.
Pese a que existen diferentes especies de pez payaso, el estudio demuestra que son tan simpáticos como parecen: la especie dominante acepta a las subordinadas y todos viven en armonía. Es más, en lugar de competir por las anémonas disponibles, cohabitan en ellas. Eso sí, los de inferior categoría se quedan en la periferia mientras que los mandamases se sitúan en el centro, la zona más protegida.
La investigación está ayudando a estos expertos a descubrir cómo los peces payaso son capaces de cohabitar para sobrevivir a la degradación del hábitat. Sin embargo, no son los únicos problemas a los que se enfrentan. En 2003, cuando se estrenó ‘Buscando a Nemo’, se dispararon las ventas de pez payaso. El 90% de los que se venden nadaban libremente hasta su captura.
Con el objetivo de evitar que este problema vuelva a repetirse con el estreno del nuevo film, investigadores australianos han comenzado un programa de cría en cautividad. Un esfuerzo por lograr que estos bellos peces no abandonen esos hogares que ellos mismos han aprendido a compartir.