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UN CIENTÍFICO RESPONDE A LOS PRESAGIOS DISTÓPICOS
"En más o menos mil años el aumento del tamaño del Sol supondrá la muerte de la biosfera. Hasta que eso suceda hay mucho por hacer". Lo dice James Dyke, de la Universidad de Southampton, en un encuentro digital que celebró con usuarios de Reddit.
La cuestión es si llegaremos a ver ese momento. Nosotros no, claro, la humanidad.
Amenazas como el calentamiento global, la capacidad autodestructiva de la humanidad o el agotamiento de los recursos naturales del planeta son posiblemente las mayores amenazas que ponen en cuestión nuestra supervivencia. O, al menos, de nuestra civilización tal y como la conocemos.
En opinión de Dyke hay algunas buenas noticias y otras malas. Dice que el agotamiento de recursos es algo que no debería preocuparnos porque antes nos enfrentaremos a una cuestión mucho más acuciante, como es la gestión del espacio y los recursos: más que agotar las materias que nos ofrece la naturaleza, el científico alerta sobre las consecuencias de la acción humana en la Tierra.
Los estudios en ese sentido alertan de que pronto empezaremos a notar de forma más directa cómo hemos dañado nuestro entorno inmediato
En lo que Dyke sí se muestra optimista es en la posibilidad de que demos la vuelta al cambio climático. En apenas tres siglos desde la revolución industrial hemos acelerado la destrucción de nuestro entorno pero, señala, la rapidez y coordinación con la que se actuó para frenar el agujero de la capa de ozono da muestras sobre la capacidad de acción humana cuando es necesario. Otra cosa es ser optimista que esa maquinaria logre activarse...
Así que, si los humanos nos lo proponemos y actuamos de forma coordinada, podemos revertir la situación. El problema es que habrá consecuencias de cualquier forma, y se notarán directamente en nuestra estructura social. Señala Dyke que nos hemos acostumbrado a vivir como ahora, sin demasiadas guerras y en una sociedad generalmente civilizada... pero avisa de que eso es excepcional y no tiene por qué seguir siendo así. De hecho, no lo será.
Y como muestra un botón: este mapa recoge de forma visual qué países son los que más contribuyen para acelerar el cambio climático y qué otros son los que más sufren sus consecuencias. En una triste ironía son precisamente los causantes los que menos notan las consecuencias, por lo que parece difícil que haya reacción alguna para evitar los efectos dañinos del ser humano en la Tierra...
... Al menos hasta que sea demasiado tarde