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UN BUEN AISLAMIENTO TÉRMICO ES CLAVE PARA EL AHORRO
Unos diez millones de viviendas en España se mantienen sin ningún tipo de aislamiento térmico, el 40% del parque inmobiliario existente. Son los cálculos del Grupo de Trabajo sobre Rehabilitación (GTR), un panel de expertos formado por arquitectos, financieros, abogados, empresas y la Fundación Conama, que en su tercer informe, presentado la semana pasada, apuestan por la rehabilitación integral de edificios como vía para reconvertir el maltrecho sector de la construcción, y a largo plazo reducir el creciente impacto del coste de la energía en los ingresos de los hogares españoles.
Las constantes subidas de la electricidad y del gas para calefacción y climatización han puesto al 10% de los hogares en el umbral de la pobreza energética, familias que no pueden satisfacer sus necesidades de energía o que deben destinar más del 10% de sus ingresos mensuales a pagar el recibo de luz y gas, según los últimos cálculos de la Asociación de Ciencias Ambientales, realizados a partir de las estadísticas del INE. Este organismo publicará el próximo mes de enero un nuevo informe en el que actualizará el índice de pobres energéticos en España, tras la reforma eléctrica del Gobierno aprobada el pasado verano, que ha supuesto un nuevo aumento del recibo de la luz.
Vivir bajo el techo de una vivienda rehabilitada en su estructura y en la gestión de la energía permitiría ahorrar entre el 70% y el 80% del consumo energético, apunta el GTR en su documento 'Estrategia para la rehabilitación, claves para transformar el sector de la edificación en España' (PDF). Esta es además la única vía que se abre al sector del ladrillo para crear de nuevo puestos de trabajo, en una actividad que ha destruido cerca de 1,7 millones de empleos desde que explotara la burbuja inmobiliaria, en 2008.
Los autores del informe, el arquitecto Albert Cuchí y el financiero Peter Sweatman, auguran la creación de 150.000 empleos entre 2012 y 2050, cuando prevén que este sector ahora en ciernes haya consolidado su actividad en España. La construcción debe asumir, según sus autores, que ya no se volverá a construir vivienda nueva en España, cuyo boom ha dejado 700.000 viviendas nuevas desocupadas y sin vender en el mercado. Por ello, la legislación debe actualizarse para permitir que se rehabiliten los diez millones de edificios residenciales que no disponen de aislamiento ni de herramientas para gestionar el consumo energético de forma más eficiente, lo cual se traduce en “facturas de energía altas, molestias, iluminación anticuada y calderas viejas e ineficientes”.
Estos son los primeros factores que habrá que tener en cuenta “para catalizar el sector”. La reciente Ley de Rehabilitación llega 28 años después de la primera normativa sobre aislamiento de 1978, creada entonces para paliar el impacto de la crisis del petróleo en la factura energética.
Según el informe, cada hogar deberá realizar una inversión inicial media de 6.000 euros para transformar su vivienda, una vez descontados una subvención del 25% que el GTR estima necesaria para incentivar la rehabilitación, y los ahorros que se irían generando en agua caliente sanitaria, calefacción y en la revalorización de la vivienda en el mercado.
Este el gancho con el que el sector cuenta para despertar el interés de los bancos, claves para poner en funcionamiento el sector. Los expertos proponen la creación de un fondo, en el que los bancos financien la rehabilitación de las viviendas con créditos a 20 años al 5% de interés, cuyo pago se realizaría mediante la factura, que no tendría incrementos gracias a los ahorros energéticos. En total, el GTR estima la inversión necesaria en 260.000 millones de euros hasta 2050.