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CINCO CURIOSIDADES SOBRE LOS DENOMINADOS OSOS DE AGUA
Si alguna vez te detienes a admirar los musgos y líquenes que tapizan los bosques ten en cuenta que, más allá de lo que detectan tus ojos, es probable que por ellos deambulen "osos de agua".
Así se apoda a los tardígrados, unos diminutos invertebrados ubicuos que miden menos de un milímetro y que se desplazan pesadamente sobre sus cuatro pares de gruesas patas. Te contamos algunos datos curiosos acerca de los superpoderes de estos animales.
Supervivientes natos
En condiciones desfavorables de desecación, frío o calor extremos, los tardígrados son capaces de hacer "un paréntesis" en su vida entrando en un estado metabólico especial llamado criptobiosis, en el que no se aprecian señales de vida y la actividad metabólica es tan baja que no se puede medir.
En estas condiciones toleran temperaturas inimaginables para cualquier otro ser vivo, desde 150ºC hasta -270ºC.
30 años congelados
Seguro que a Walt Disney le gustaría poder emular a los tardígrados. Y es que, después de pasar al menos 30 años congelados a -20ºC en una muestra de hielo extraída de la Antártida en noviembre de 1983, una pareja de estos invertebrados y un huevo fueron descongelados en el Instituto Nacional de Investigaciones Polares de Japón.
Y, después de rehidratarse y recobrar el aliento, volvieron a la vida como si nada hubiera sucedido, reproduciéndose incluso varias veces con absoluta normalidad. Es más, del huevo descongelado nació un pequeño oso de agua que también tuvo descendencia.
Su hazaña los convertía en poseedores del récord de supervivencia de tardígrados registrado hasta ahora. Eso sí, la recuperación no fue instantánea. Pasaron varios días rehidratándose antes de lograr volver a comer (dos semanas más tarde) y moverse con naturalidad.
Cubiertos de vidrio
Un nuevo tipo de cristal con estructura de líquido y consistencia sólida. Es el descubrimiento con el que se toparon Juan De Pablo y sus colegas de la Universidad de Chicago y la Universidad de Wisconsin-Madison mientras estudiaban los "escudos protectores" de los tardígrados.
De Pablo decidió investigar a estos animales tras leer cómo recuperaban los científicos a los tardígrados desecados.
"Cuando se elimina el agua, estos animales se cubren con moléculas de cristal, y así es como se mantienen en una animación suspendida", explica De Pablo.
El cristal que descubrieron tiene la estructura de un líquido pero es sólido, y su aplicación podría ayudar a mejorar la eficiencia de dispositivos electrónicos como los diodos emisores de luz, las fibras ópticas o las células solares, tal como adelantaban los investigadores en la revista 'PNAS'.
En el vacío
De todos los ambientes conocidos, sin duda el espacio es el más hostil: la temperatura ronda los cero grados, hay vacío, ni pizca de oxígeno, los rayos ultravioletas superan hasta mil veces a los que alcanzan la superficie terrestre.
Y, por si fuera poco, la cantidad de radiación cósmica letal es extremadamente alta. Pero nada de esto parece dañar a los tardígrados.
Un experimento a bordo de la nave FOTON-M3 de la ESA demostró que cuando se les expone a las condiciones del espacio exterior en una órbita terrestre a 270 kilómetros de altitud no sólo sobreviven sino que, a su regreso a la Tierra, pueden volver a reproducirse sin que se detecten daños serios en sus células.
Una resistencia que los científicos desearían copiar para protegernos, entre otras cosas, del cáncer de piel causado por la exposición a los rayos UV.