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VIVE EN EL ZOO DE KABUL

La triste historia de Khanzir, el único cerdo de Afganistán

A nosotros nos parece un animal corriente, pero el único ejemplar de porcino de Afganistán es todo un animal exótico en el zoológico de la capital.

Cerdo de Afganistánrikkisrefugeother en Flickr bajo licencia CC

'Khanzir' es la palabra árabe para denominar a los cerdos y también el nombre de, probablemente, uno de los cerdos más solitarios del mundo... Solitario si nos referimos a compañeros de su misma especie, porque en el zoo de Kabul es una 'rock star' al nivel de Copito de Nieve en el de Barcelona o el oso panda Chu-Lin en el de Madrid.

Los niños afganos ven al marrano con la misma ilusión que cuando ven a 'Babe, el cerdito valiente' y éste se pasa los días revolcándose en charcos y tomando el sol en la hierba, aunque como buena 'celebrity' animal también le da por trotar delante de sus fans.

En Afganistán, al igual que pasa en la mayoría de países islámicos, la carne de cerdo es considerada 'haram' (prohibida). Existen interpretaciones rígidas de la religión que prohiben tocarlos, por lo que en el país no hay ninguna granja que los críe para su consumo. El terreno montañoso de la mayor parte del país tampoco lo pondría fácil.

Viudo por culpa de un compañero

Khanzir tiene ya 14 años y fue un regalo de China en 2002, junto a otro cerdo hembra, para ayudar a la reconstrucción de zoológico de Kabul. En el 'pack' iban también dos osos pardos, dos leones, dos ciervos y un lobo.

Uno de sus compañeros de viaje provocó el accidente que le dejó sólo, porque un cuidador despistado o inexperto se dejó una puerta abierta y uno de los osos acabó en 2006 con la vida de la hembra y sus lechones. Los pequeños murieron en el acto y la madre a los pocos días, ya que no sobrevivió a las heridas.

Después de este revés Khanzir, de más de 200 kilos de peso, se hizo colega de una cabra, pero ahora está totalmente sólo, en un recinto cubierto con hierba, un pequeño charco de agua y un refugio de hormigón para resguardarse.

Su cuidador cuenta al 'Washington Post' que, aunque sea considerado 'haram', “es un animal inocente”, que “se entusiasma” cada vez que le lleva comida.

La gripe porcina de 2009

Khanzir sobrevivió al ataque del oso y ahora es tan famoso entre los visitantes como el plantígrado o el león. Y eso que algunos extremistas exigen su sacrificio por contravenir el Corán. Porque en realidad lo que casi acaba con su vida en 2009 no fue el ataque del úrsido, sino la superstición humana.

En un país destruido por la guerra ese fue el año en el que se propagó la gripe porcina, que hizo que muchos lo miraran con recelo a pesar de estar perfectamente sano. Hubo incluso órdenes de algunos responsables políticos de matarlo, pero finalmente sólo estuvo en cuarentena durante dos meses.

Desde entonces Khanzir vive la vida del gorrino pachón y se pasa el tiempo esperando a Godot... o a alguien de su especie para no acabar sus días en soledad.

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