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CURIOSIDAD
Un estudio ha comprobado que la sensación de hambre provoca muchas veces irritabilidad.
¿Has notado que cuando la hora de comer se acerca comienzas a estar más irritable e impaciente? Aunque pueda parecer algo superficial, enfadarse por tener hambre, un estudio ha demostrado la relación que existe entre el tener hambre y esta situación emocional, la ira.
En la investigación llevaba a cabo por Viren Swami,Samantha Hochstöger,Erik Kargl,Stefan Stieger y publicado en 'Plos One' en la que determinaban el impacto del hambre en el enfado, la irritabilidad y el afecto. Llegaron a la conclusión de que los niveles de hambre cotidianos efectivamente están asociados a una emocionalidad negativa.
Para el experimento utilizaron un método bastante simple, 64 participantes de Europa central completaron 21 días compartiendo cuando tenían hambre, enfado, irritabilidad o placer a lo largo de cinco veces al día. Los resultados indicaron que cuanto mayor era el nivel de hambre se asoció a mayor sentimiento de ira e irritabilidad y con menor placer.
Se tuvo en cuenta también, el sexo, la edad, el índice de masa corporal e incluso su comportamiento dietético en este estudio, aunque descubrieron que estas emociones negativas frente al hambre se da en mayor o menor medida en todos los humanos.
En contraste, los investigadores descubrieron que el tener hambre no tenía ningún efecto sobre los niveles de excitación. Se sospechaba que al igual que la irritabilidad, esta emoción podría también estar asociada a la sensación de hambre, sin embargo los hallazgos demostraron que no existe esta relación.
No obstante, aunque todavía se está investigando se cree que el motivo de aumento de la irritabilidad se debe a que los niveles de glucosa en sangre están más bajos y en su lugar aumenta el cortisol, la hormona del estrés. De hecho, esta sensación de malhumor, no se nos irá en el momento de probar bocado, sino que habrá que esperar nuevamente a que los niveles de glucosa vuelvan a subir para que esta sensación negativa desaparezca.
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